Al borde del ataque de nervios, puse la maquinaria a funcionar en busca de una solución de emergencia.
Y fue esta: una cesta de deseos.
Es decir, una cesta rellana de todas esas cosas que más le gustan a la otra persona.
Y allá que me fuí en busca de todos los tipos de cerveza habidos y por haber, quesos, chocolatinas, frutos secos,snacks,películas antiguas y una tarjeta personalizada con un mensaje de nuestro perro.
Ni tiempo me dió para empaquetarla como es debido...así que allí se la dejé sobre la cama..SORPRESA!
Lo que yo pensaba que iba a ser una solución transitoria, mientras no llegaba el verdadero regalo, se convirtió en el exitazo total!!!
Le encantó.Se emocionó.Dijo que era el mejor regalo del mundo!jajaj.como son estos chicos...sobre todo las cervezas variadas...así que nada, por si os sirve de inspiración, fue una sorpresa de las buenas!
Y una buena tarta...que no podía faltar!!!