Os voy a enseñar cómo le di una nueva vida a una silla descalzadora antigua y un poco sosa.
En primer lugar la limpié muy bien, reparé los muelles que estaban sueltos y pinté con pintura de calidad para que no se desconche.Una vez pintada del color que me gustó, en este caso rosa palo, le di una pátina plateada muy suave que le da unos reflejos muy monos.
Para no rerirar la antigua tela lo que hago es poner por encima el relleno miraguano que se usa habitualmente para tapizar o rellenar cojines, etc...
Una vez impresa la tela del respaldo por sublimación, con la imagen que nos gusta, tapizo el respaldo.
A continuación me pongo manos a la obra con el asiento....este ya es otro cantar, pues la tela escogida es una polipiel plata muy gorda que me resulta bastante difícil de trabajar porque no se estira muy bien y me quedan algunas arrugas....eso le resta un poco la belleza final, pero de todo se aprende.
Aquí se aprecian las arrugas que os comentaba antes.
A continuación coloco el remate todo alrededor, en este caso uso la combinación de dos tonos, negro y rosa.
La trasera la tapizo en polipiel chocolate y con ribete beig.
Por último coloco unas flores en relieve sobre la diadema de Frida Khalo tan míticas en ella.El resultado final me encanta y me parece muy original, o al menos eso he intentado.Espero que os guste.