Pero es que hay veces que nos empeñamos en repetir algo y lo repetimos en las mismas condiciones que la vez anterior, si nos ha salido mal, nos va a seguir saliendo igual.
¿Por qué os suelto el rollo? Porque me ha pasado este fin de semana.
Me he puesto a acolchar y no he hecho el sandwichs en condiciones, y me ha tocado repetir y tripitir.
"Parece" que ya lo tengo controlado.
Ya sabéis que no soy muy de pensar y, claro, menos de reflexionar.
El otro día me dijo Puri "que valiente eres acolchando a máquina", lo primero mi ego se vino arriba (sí, más) pero después de un rato, pensé, hasta reflexioné.
Vamos a ver Trigue (me regaño cariñosamente así), si Puri que es una maestra en el manejo de la máquina de coser y te dice ésto, no será que eres una inconsciente, o una ignorante que es peor.
Lo vamos a dejar en osada.
En lo que soy buena, lo sé, y en lo que no, estoy en ello.
Ya sabéis que la falsa modestia no me gusta, no tengo y ni falta que me hace.
Ahora que estamos en otoño y es la peor época para las depresiones, ¿por qué no nos miramos con cariño y vemos lo que hacemos bien?
Son muchísimas las cosas que bordamos, que los demás admiran de nosotros y que nosotros nos negamos a admitir.
Perdemos el tiempo con las malas.
Déja las malas que seguro que son regulares tirando a buenas.
Hoy no hay foto porque procedería una mía, pero me he cortado el pelo a lo Espinete y no estoy por la labor de que mi imagen se resienta. Estoy guapa tirando a mejor.
Y sigo coso que te coso...