La euforia, la alegría, la energía positiva que me embriagó el lunes...ayer al ver a Snoocky me desapareció. Lo vi tan triste. Tenía ganas de levantarse y no podía. Hacía el intento una y otra vez, pero sin éxito, quedándose en eso...en un intento.
Sé que solo lleva dos días de post-operatorio y el cirujano nos comenta que tengamos paciencia que evoluciona correctamente (o al menos no empeora...dice). Pero ayer, lo vi con una cara tristona, una mirada que decía: "¿Qué me pasa?".
Tengo que ser fuerte para darle toda mi energía positiva (la que casi no me queda) y que se recupere pronto para llevarlo ya a casa y que esté tranquilo entre sus cositas.
Ahora nos ponemos rumbo a verlo de nuevo...a ver si hoy puede ser que veamos en su mirada algo más de brillo con el que él habitualmente te mira.
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