No sé si he comentado alguna vez como empecé en esto de los libros de recortes (“scrapbook”). Fue por un vídeo que vi sobre cómo hacer relieve (“embossing”) y me llamó tanto la atención la técnica, que me compré un kit de pistola de calor, polvos y sello. Y participé en mi primer reto de scrap. La tarjeta que presenté me hizo sentirme muy orgullosa hace casi 4 años, aunque ahora, cada vez que veo la foto, me parece una felicitación de agradecimiento muy tosca y burda.
¿Por qué os cuento esto? Porque es lo que Paty, de “Entre Chocolate y Scrap” nos pide para su reto veraniego: que comparemos nuestro primer trabajo y el último.
A pesar de que mi primer proyecto era mucho más elaborado, pienso que se puede apreciar la evolución (creo que a mejor) de mi forma de trabajar.
¿Qué opináis? ¿He mejorado o no?
¡Feliz día!