Y os preguntaréis, ¿qué he hecho en estos tres meses “perdida”? Pues básicamente la razón de mi “desaparición” ha sido que las Primeras Comuniones me han tenido completamente absorbida.
Otros años si he podido compaginar el estar presente en redes sociales y el blog con la preparación de los pedidos de comunión, pero este año, debido a las circunstancias especiales, había mucha incertidumbresobre el tema y los encargos se retrasaronen el tiempo, de forma que todos coincidieron a la vez. Ha sido casi el mismo trabajo que en temporadas anteriores, pero concentrado en menos tiempo. Y he tenido que abandonar algunas cosas si no quería morir en el intento, que tampoco era plan J.
Y ahora que ya han terminado las comuniones y también ha pasado el fin de curso, con sus regalos para profes, espero volver a retomar el ritmo habitual de publicaciones, porque tengo muchas cosas para enseñaros.
Para no hacer hoy una entrada demasiado larga, voy a aprovechar para enseñaros una acuarelaque hice para regalar a mi padre con motivo del Día del Padre. Al estar a punto de comenzar la primavera, estación de las flores por excelencia, se me ocurrió pintarle un detalle de un almendro en flor, como símbolo de la vida que comienza en la época primaveral. Siempre es bonito regalar flores, pero da pena cuando dejan de lucir bonitas y comienzan a ponerse mustias. Así que estas flores durarán para siempre.
Aquí os enseño algunas fotos para que veáis como resultó la acuarela:
A mi padre le encantó recibir su regalo, que tuve que enviarle por correo y no le pude entregar en persona, ya que en aquellos momentos teníamos prohibidos los desplazamientos entre provincias y estuvimos varios meses sin poder vernos.
Espero que os haya gustado y confío en poder seguiros enseñando por aquí todo lo que tengo en el tintero de estos meses de ausencia.
Besos y hasta la próxima entrada.
Fuente: este post proviene de Día Tras Día, donde puedes consultar el contenido original.
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