“Desde pequeña, el dibujo es la única práctica que nunca he abandonado, ni siquiera por un día. Es mi lengua materna, mi verdadero modo de observar, pensar y celebrar mi vida”. Así presenta la italiana Martina Vanda su amor por la ilustración, al que ha dedicado casi toda su obra. Ahora bien, a esta pasión se une otra, descubierta más recientemente, por la cerámica.
Pues bien, cuando combina ambas, el resultado es cerámica tan llamativa como la aquí mostrada. Un juego de vajilla, tazas, boles…, enteramente decorado con motivos tejeriles. Una curiosa colección para quien quiera desayunar pensando ya en el punto.
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