Hoy os enseño un sencillo reciclaje de un saco de patatas.
Las patatas de siembra suelen venir en sacos de arpillera.
Como vivo en el campo cada año planto patatas para nuestro consumo
así que tengo unos cuantos guardados pero por ahora no había hecho nada con ellos.
La trama de la arpillera está un poco separada
pero me gusta le da un aspecto más rústico.
Tenía muchas letras de diferentes colores no me gustaban nada
para sacar toda la suciedad que tenía lo lavé con lejía
y me llevé una sorpresa al ver que habían desaparecido todas las letras
quedando solo unas letras y unas lineas en rojo con un aspecto desgastado que me encanta.
Un relleno de cojín.
Por cierto esa maceta que veis detrás es el cazo que os había enseñado aquí.
Tenía dudas entre pintarlo y dejarlo tal cual al final lo he pintado de color vintage.
Desgastando un poco con la lija.
Os enseño este que encontró mi marido en la basura.
Le falta una pata, me encanta con ese aspecto envejecido.
Que bonitas son las alegrías, siempre cargadas de flores.
La mesa está hecha un pena necesita un repaso y un poco de pintura.
Volvemos al cojín jaja.
Colocamos el relleno dentro y cosemos con la máquina de coser.
Recorto a cinco centímetros más o menos y doblo hacia adentro para que no se deshilache.
He cosido a mano porque se hacía muy difícil con la máquina.
Este es el resultado.
Está es la parte de atrás del cojín.
Me voy con mi cojín al Finde Frugal de Marcela.
Buen fin de semana.
Besosss!