Pero este viaje era necesario, los ratos en pareja son esenciales para la salud de la familia entera y no se me ocurrió mejor regalo para el cumpleaños de mi marido, que éste. Un fin de semana largo para los dos, para reencontrarnos, fuera de la vorágine del día a día, de niños que se meten en la cama en mitad de la noche, de Clan y los Cantajuegos. Un tiempo para observarnos y disfrutarnos como pareja, no como madre y padre.
Además este viaje llega en un momento muy importante de mi vida. Estoy inmersa en un proceso de cambio muy grande, quizá de los mayores que he vivido hasta ahora y que espero transcurra con final feliz. Así que tendremos mucho de qué hablar y bastante tiempo para hacerlo. Y eso me encanta!
Ha llegado el momento de soñar, de creer y crecer, de crear y de hacer. Ha llegado Mi momento. Pero ya te contaré de que va todo esto del cambio y los sueños, que habrá tiempo. Por ahora, y con tu permiso, voy a disfrutar de este alto en el camino como si fuera la última vez.
Y tú? Qué plan tienes para el puente?
Feliz fin de semana!
Fotos: Sara González Carrasco