La perla montesa es una especie de perla hecha a mano. Generalmente de color blanco agrisado y nacarado, de reflejos brillantes y formas más o menos esferoidales pero muy irregulares. Suelen realizarse con las manos de mamás y sus hijos comoentretenimiento de tardes lluviosas. Se estima mucho en bisutería casera y de reciclaje. Cuando se hacen con mucho cariño, sus formas únicas e irregulares les convierte en regalos únicos para seres queridos.
Existen variedades, dependiendo del tipo de pasta y los colores con los que son pintadas.La más sencilla y conocida es la realizada con pasta de modelar que no necesita cocción, de color blanco agrisado y que se pinta con esmalte anacarado.
También se pueden hacer con arcilla o pasta de miga de pan, aunque hay muchas más pastas que pueden servir para hacer cuentas de collares.
En cuanto a la pintura, lo mejor es que sea un tipo de esmalte o laca que le de impermeabilidad para no manchar la piel o la ropa. Pero si se trata de niños pequeños hay que valorar dar color a la pasta con colorantes o pintar con materiales apropiados a la edad de los niños.
El valor de las perlas montesas, y los objetos que se realizan con ellas, viene determinado no por su perfección, forma, tipo de pasta o color, sino por otros criterios: la rareza de su forma, son irregulares, y por ello, cada una es única. El color, totalmente personalizado, cuando se pintan se está pensando en la persona que las recibirá. Podemos escoger cualquier color, el límite está en nuestra imaginación. Y naturalmente, la talla. Suelen ser grandes, ya que hemos de dejar un orificio para ensartarlas, pero somos nosotros los que decidimos el tamaño, dependiendo de nuestras manos, la persona que vaya a recibirla o la moda del momento.