¿Cuanta carne podemos llegar a poner en el asador con tal de ganar likes, suscriptores o lo que sea? ¿que puede pasar al poner fotos de nuestros hijos en las redes? ¿y fotos de nuestra casa? ¿quien pone los límites?. Pensamos que lo tenemos todo bajo control, pero no es así, se los escapa de las manos.
Está demostrado que las vloggers mamas que enseñan su día a día con los crios, tiene audiencia. Por no hablar de perfiles de RRSS que están mostrándote todos los días fotos de lo que hacen, comen o compran, parejas o mascotas... Esas páginas llenas de líkes y comentarios ¿realmente te funciona así?
Me cuestiono todo esto debido a que hace un tiempo, un pesado (por llamarle de alguna manera) dio con mi teléfono y me llamó unas cuantas veces. El caso es que no le di ninguna importancia hasta que comenzó a decirme cosas más privadas, es ahí cuando me pregunté por qué sabía esto, asi que, cuando volvió a llamar, le dije que de dónde había sacado la información, y me dijo "no tienes un Blog?".
Fue ahí cuando realmente me asusté, por eso eliminé fotos privadas (principalmente de mis crios en los que se les pudiera reconocer o fotos de mi casa) puestas en entradas o en RRSS, incluso comentarios, pero la información que primero puse, a saber en qué nube o sitio ha podido quedarse.
Por otro lado, en una cena de padres este verano había un recital de poesía y como estábamos con los crios, un poeta preguntó si algún niño le ayudaba a leer. El mio, todo contento y feliz se animó y leyó genial, pero al día siguiente, un vídeo que alguien grabó, rulaba por la página de esa reunión de poesía y la de 30 personas mas... Otra vez sentí pavor por lo indefensos que estamos ante el mundo 2.0, como ahora lo llaman.
Y podría contaros mas momentos que me han hecho reflexionar, pero no quiero cansinear. Sé que esto de internet da vértigo y no sabemos siquiera qué repercusiones podrá haber a largo plazo. De momento para mi, tener cautela, dentro de lo que cabe, es mi preferencia.
Feliz día, como siempre!