Pues bien, mi monitora de gym se enamoró de él en cuanto lo vio y me pidió que le hiciera uno, exactamente igual, lo único que cambié fue, la forma de la boquilla, la posición de los hexágonos y el forro.
El forro de color chocolate con leche, con piquillo a juego.
Me gusta más como quedó este, ya que el mío lo hice con una boquilla que tenía en casa y no tenía las argollas donde enganchar la cadena y tuve que hacerle presillas.
Lo mejor de todo es que le gustó tanto, que le envió una foto a una amiga suya y también se enamoró de él, por lo que me pidió otro, para regalarle por su cumpleaños.
Para no hacerlo otra vez igual, le sugerí diferentes adornos y optó por un bordado japonés sashico.
Lo realicé con una madeja matizada en rojos y para que resaltara más el interior en blanco.
Como forro, una bonita tela azul con toques en rojo.
A la monitora le gustó, espero que a la cumpleañera también.
Y que opináis vosotras, os gusta?
Que tengáis una feliz semana, besitos canarios.
Fuente: este post proviene de Madejas de colores, donde puedes consultar el contenido original.
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