Para mi ésta es una entrada muy especial, hace mucho tiempo que estaba pensando en presentaros...
Sí esta es mi máquina de coser, bueno una de ellas. Se trata de la más preciada, para, ya que tiene mucho valor sentimental, además de coser maravillosamente y ser una pieza tan bonita que queda bien en cualquier sitio.
Aquí podéis ver en detalle el cabezal.
Este es el mueble, de cinco cajones.
Para los laterales todavía conserva la llave y puedo tenerlos cerrados, pero el central lo tengo que tener vacío ya el peque encuentra irresistible la máquina de su madre.
Éste es el la capota de la máquina, es la parte que más me gusta por lo bien conservada que está.
Fijaros en el dibujo original.
Pero con un niño en casa si quiero conservarla en condiciones, no me queda otra que tenerla tapada y con el dibujo mirando a la pared, ya que un balonazo traicionero puede cuartear la pintura y estropearla para siempre.
Así que le hecho una funda de tela de tapicería, consistente, con los bordes en satén, y la tengo tapada. La pena es que me encantaba verla cada vez que pasaba por ahí y la veía en plenitud. Pero hay que conservarla lo mejor que pueda.
Esta máquina era de mi abuela y es la única cosa que tengo de ella, ya que murió hace muchos años. A mi me la regalaron hace un par y mi tía que la tuvo hasta ese momento, la ha tenido tapada siempre, le ha hecho mantenimientos (vamos que la engrasaba periódicamente) y me la entregado perfecta. Espero estar a la altura y mantenerla igual.
Ahora lo que si os digo, es que desde que la tengo conmigo no ha parado ni un día. Al principio pensé que no la usaría mucho, pero que era tan bonita que le hacía un hueco en casa encantada.
Pero he descubierto que cose genial y que además no se le resiste ni la piel.
Por eso os digo si en algún momento os podéis hacer con una no lo dudéis, ¡son un tesoro!
Además esta máquina conserva los accesorios y hasta el libro de instrucciones, increíble teniendo en cuenta que es de 1930. Vamos entenderéis que sea mi tesoro ¿verdad?
Aquí tenéis las dos imágenes, con y sin funda... ¡Pero claro el peque tiene mucha atracción por ella para dejarla al aire!
Bueno, pues ya os la he presentado, espero que os haya gustado mi tesoro. ¡¡Nos vemos!!