Movimiento slow

Hace tiempo que vengo escuchando frases del tipo "disfruta tu momento slow", "domingo slow", "viviendo slow"... así que decidí investigar un poco sobre el tema, conocer el origen de esta "vida tranquila" que algunas buscamos desesperadamente y saber en qué consiste y cómo hacer que forme parte de mi día a día.

http://mediasytintas.blogspot.com/2016/01/movimiento-slow.html


El Movimiento Slow comenzó con el slow food de Carlo Petroni, movimiento internacional con el que Carlo inició una defensa de la buena alimentación, local y de calidad, cuando en Roma empezaron a aparecer establecimientos de comida rápida. Al slow food le fueron siguiendo movimientos en otros ámbitos, hasta existen slow cities!! Todos estos movimientos persiguen el mismo objetivo: disfrutar sin prisa.

Después de haber pasado una etapa de vida vertiginosa, meses sin parar de hacer cosas, sin saber lo que era sentarse en el sofá a la bartola, de correr hasta en vacaciones por la propia inercia del año, decidí unirme a esta marea del relax. En realidad sigo haciendo lo mismo, el trabajo, el blog, la familia... Nada ha cambiado y sin embargo, todo cambia cuando priorizas el bienestar del día a día y te olvidas del reloj.

http://mediasytintas.blogspot.com/2016/01/movimiento-slow.html


Pero, cómo se traduce todo esto en la práctica? En mi caso, llevo unos meses poniendo en marcha algunos cambios que han dado un giro a mi vida diaria. He dejado de tener la sensación de que el tiempo se me escapara sin darme cuenta, algo que cuando tienes niños, resulta un poco frustrante. Ahora, todos los días tengo momentos de relax... Éstas son algunas de las cosas que he empezado a hacer:

- darme un baño de vez en cuando, una vez a la semana o cada quince días. Sin niños cerca, sin móvil, con un libro o simplemente sumergida en mis pensamientos.

- no mirar el móvil cuando estoy con mis hijos: si decido que voy a jugar una hora con ellos, me pongo un chandal y me tiro al suelo, lejos de toda distracción. Juego, los observo, hablamos, reímos..

- hacer tareas de una en una: parece obvio pero no lo es. Si cocino, cocino, nada de ir y venir al salón, mandar un mail... Al hacer solo una tarea, la disfruto más y la hago mejor.

- ignorar mi lista de tareas: a veces, de forma premeditada, decido no hacer nada de lo previsto. Me siento a ver una peli en familia y mañana será otro día. Normalmente cuando hago esto, el día siguiente me cunde más.

Quién se une al movimiento? Qué cambiarías tu para conseguirlo? Déjame un comentario, quizá alguien más se anime.

Un abrazo!!

Fotos: Sara González Carrasco

Fuente: este post proviene de Medias y tintas, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Y llegó el otoño una estación llena de placeres escondidos tras el inicio de curso, la vuelta a la rutina y la depresión post vacacional. El otoño es cambio de ciclo, cambio de armario y cambio de pai ...

Estas primeras semanas de septiembre siempre me ocurre lo mismo: necesito limpieza visual. Menos trastos por casa, más orden y, por qué no, dar un cambio a la decoración. Supongo que es la forma que t ...

Recomendamos