Motivación, organización, esfuerzo y constancia en los estudios.



Hola #opomelillos. Como ya os contaba en el post anterior sobre "mis imprescindibles de papelería", rodearse de cosas bonitas nos ayudan y motivan en el estudio. En esta segunda parte os quiero hablar más detenidamente de algunos puntos que son muy útiles en mi día a día en el #opozulo para mantener el ritmo y no decaer.


Si estás estudiando, ya sea para una oposición, una carrera, un máster o un idioma, el colegio, el instituto o la universidad, lo primero que te digo es que la motivación y la organización son esenciales para obtener buenos resultados. Después os hablaré del esfuerzo y la constancia.

La motivación sale de nosotros mismos y nuestro entorno, de ahí que siempre diga que debemos rodearnos de cosas bonitas que nos gusten, de siempre estudiar en un ambiente tranquilo, luminoso, fresco y aireado. Debemos fijarnos un objetivo y tratar de conseguirlo, poniendo a nuestro alcance todos los recursos y métodos para llegar a él. Sin un motivo no existe la motivación. Es igual o más importante rodearnos de personas positivas que nos apoyen, nos entiendan y nos animen. Son un pilar fundamental.

La organización también depende de nosotros mismos y debemos saber de partida que no todos nos organizamos igual, ni con el tiempo de estudio ni con apuntes y libros.
La mejor forma para encontrar cuál es mejor método de organización es simplemente sentarte a estudiar e ir probando la manera te da mejores resultados en menos tiempo. Esto requiere tiempo, no nos engañemos. Encontrar la efectividad en esto lo requiere.

La organización la podemos conseguir por medio de:

1. Estructura de notas/apuntes: esquemas y dibujos, subrayado de palabras clave, post-its...
2. Organización de tareas: plannings, agendas, calendarios, horarios...
3. Aprovechamiento del tiempo: cronómetro, temporizador, reloj...
4. Formato para notas/apuntes: folios, libretas A4, libretas A5, fichas, archivadores, carpetas, encuadernados...
5. Formas de estudio: solo leyendo, escribiendo y leyendo, subrayando, repitiendo mentalmente, grabando los temas y escuchándolos...

El combustible en todo esto lo pone el esfuerzo. Sin él, nuestro motor que es el cerebro, no funcionaria. Hay que sentarse a trabajar en nuestro método de estudio, fijarnos unos objetivos realistas y tratar de cumplirlos. Todo esto va unido de la mano de la constancia. Es el esfuerzo prolongado en el tiempo. Para conseguir buenos resultados debemos ser constantes, poner un grano de arena cada día para hacer nuestra montaña. Pero ojo, tenemos límites y podemos cansarnos o acabar agobiados. Llegados a ese momento, lo mejor es parar, desconectar de los estudios, hacer otra cosa para distraer y calmar la mente y retomarlo en unas horas o al día siguiente. Seguro que empiezas con más y mejores fuerzas.

Así es como yo lo hago y me funciona bastante bien. Espero que os ayude a centraros en lo que queréis conseguir para acercaros a vuestra meta.

Un saludo opomelillos.

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