Esta mochila forma parte de una canastilla que está preparada para Javier.
La tela me la regaló Simona (cuanto tiempo sin saber de ti, espero que sigas tan liada e ilusionada como siempre), y es de pana finita, muy, pero que muy gustosa. Tiene abejas, gusanitos y flores.
Para el interior me decanté por una tela de vichy de cuadritos en azul marino y blanco.
Un detalle más de cerca del nombre, que a todos nos gusta:
Está bordado sobre un lino de color blanco roto y con hilo azulón de la Finca del número 12.
Para el puntito de la i un botón chiquitín.
Ya os enseñaré la canastilla completa, pero eso será otro día.
Y sigo coso que te coso...