Mantenimiento de equipos informáticos, de móviles, la caldera de la calefacción..., y, también, de las bolsas de tela.
Afortunadamente no se ha roto ninguna, pero "a los chicos" si, curiosamente a los chicos, (a mi hermano y a mi hijo) se les pierde el cordón de cola de ratón.
¿Por qué? Porque tiran sin consideración ninguna y lo arrancan del tirón.
Poco a poco, y por la cuenta que me traía, he ido "mejorando" el sistema de seguridad: primero doble nudo, después quemando las puntas con un mechero y "lo nuevo", lo podéis ver a continuación.
Le he puesto unos "rematitos", en forma de trapecio, de antelina de tapicería, a juego con la bolsa que también es de antelina.
No sé lo que pensará Raúl cuando se lleve la bolsa, que se la cogí al vuelo el fin de semana pasado, cuando se la vi sin cordones.
Me da la risa al pensar en la cara que va a poner.
Como sé que lee los post, prefiero que se enfrente ya a la cruda realidad.
En el castigo va la penitencia.
Y sigo coso que te coso...