Y es que junto con la tarjeta de Alice, viajó este malma.
Marisa quiso que le hiciera un malma idéntico al que envié el año pasado a Montse, y claro...ya sabemos que los adornos y papeles no siempre facilitan el hacer dos gotas de agua idénticas, pero ahí es precisamente donde creo que radica el encanto de los trabajos personalizados...que no hay dos iguales.
Así que he aquí, la versión 2.0 de este malma costuril...
Las explicaciones podéis verlas en el malma original, donde explicaba detenidamente los materiales empleados, ya que han sido prácticamente muy parecidos...
Os dejo ya, con un buen surtido de fotos:
¡Feliz Semana!