Así que, con la base de un decapado con vela en morado y lila, le pegué un papel de arroz estilo vintage con cartas, sobres y tarjetas. Elegí ese porque ella es Licenciada en Filología Hispánica y sé que las letras le gustan. Entinté todo el borde del malma con vintage sepia.
El remate del papel lo tapé con fabric tape morado y blanco. Y fue este detalle el que me indicó el camino a seguir en la decoración: combinar el lila o morado con el blanco.
El siguiente paso fue añadir unas flores hechas por mi sobre unas plumas en un tono beige muy suave. Tuve que contar con la colaboración de Esther y Alex para ayudarme a colocarlas porque no acertaba a buscarles su postura correcta. La flor grande tiene un botón central para decorarla, y las pequeñas llevan una perlita.
Encima coloqué un troquel ovalado en cartulina blanca embosado con rosas sobre el que pegué su nombre con goma eva morada a la que añadí glossy para darle un efecto más bonito.
Encima del papel de arroz embosé un gran arabesco en blanco para continuar con ese contraste de colores que me había planteado. También añadí glossy accents a unas florecillas que hay en el papel de arroz.
Para rematar ese lado, le pequé a todo el lateral la misma puntilla que utilicé para tapar la unión entre el papel y el resto del cuadro.
Todos los elementos están entintados con la misma vintage sepia que utilicé para los bordes del malma.
A Raúl le gustó. Espero que a Bea también.