Ayer os enseñé el llavero del cocker, pues bien, la misma persona que me pidió este llavero, me dijo que le gustaban los perros y los pájaros.
Pero los pájaros gorditos.
Busqué una imagen de pájaro y éste me pareció lo suficiente gordito como para albergar las llaves de una casa.
Me parece que quedó gracioso, a ella también y con ella voló.
Ahora estoy con otro encargo de cojines de semillas para bebés y, además de manada de elefantes, se me ha ocurrido otro modelo que en breve os enseñaré.
Y sigo coso que te coso...