Pero no sólo aportan romanticismo, también podemos dar un toque nostálgico a un ambiente si los acompañamos con velas.
Me encantan porque son de lo más curioso, ¿ no os parece que donde los pongas te cuentan historias? ¡y sin abrirlos y leerlos! Esta es la magia a la que me refiero.
¡Tienen tantas posibilidades ...! hasta parece que guarden secretos colgados de un perchero.
¡No me digáis que no es fantástica la idea! ¿Y qué me decís de esta otra?
Sin duda, este es el árbol de navidad más sabio que he visto nunca...;-)
Y tanto hablar de libros os dejo que voy a empezar uno. Una vez más, el de "La historia Interminable" de Michael Ende, uno de mis libros favoritos. El otro día por casualidad lo encontré y tengo muchísimas ganas de volverlo a leer.
Hasta la próxima!!