En otra entrada publiqué unas bolsitas de lavanda que suelo preparar con las flores secas, pero en ésta ocasión quiero mostrar unos perfumadores que se realizan trenzando unas cintas y los tallos de las flores.
Son muy fáciles de realizar y la flor queda en el interior por lo que cuando se secan no se desmenuzan y desprenden su aroma por mucho tiempo.
Son perfectos para utilizar en los cajones o incluso para poner a la vista en alguna bandeja. Cuando se quiere avivar el aroma basta con hacerlos rodar entre las manos y vuelven a inundarnos de ese agradable olor.