Cerré puertas y tiré la llave.
Era lo adecuado y lo creí correcto.
Vio en mí: vida. Entendió lo que yo no veía.
Percibió flores en donde sólo había espinas.
Iluminó mis sombras con seriedad y su bella sonrisa.
En la oscuridad, escondí emociones y sentimientos.
Resguardé dolor y amor.
Un ángel, me lo envía Dios?
Me hace buscar la llave olvidada, extraviada,
o esa puerta será derribada.
Ternura y paciencia, espera sin medida, será la esperanza perdida?
Busco y no encuentro, no desespero, hace tanto tiempo.
Esa mirada da la respuesta: jamás encontraré esa llave,
me ha sido entregada en la palma de mi mano,
la llave es él!