Cristo cerámica
Éste pequeño crucifijo, aunque yo no soy nada religiosa, lo compré en Tavira, en Portugal, porque me hizo mucha gracia la carita del Cristo, y lo simpático que se ve. La artesana, es Júlia Ramalho, ceramista y una de las artesanas más famosas de todo del pais luso. La señora, que ya tiene casi setenta años y lleva desde los diez trabajando el barro, sigue usando una pequeña habitación con un horno para sus figuras, en la que sigue la tradición de su familia. Le gusta que cada una de sus piezas sea única y las modela todas a mano. Desde belenes, Cristos, animales, medusas, santos, profesionales, Alminhas, étc. Trabaja sin ayudas del gobierno para ser más libre. Así que, además de tener en casa una de sus bonitas obras, ayudo al espíritu emprendedor de una niña que decidió seguir sola con la tradición de su familia. Es bonico, verdad? Por cierto, todas sus obras van numeradas y certificadas, así que algún día mi figurita valdrá mucho, aunque para mí ya lo vale, claro, pues me recuerda el pueblo tan bonico donde la compré.
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