Hoy os traigo una idea muy práctica para los que os lleváis merienda para el mediodía, ya sea al cole o al trabajo. Os enseño una alternativa al papel albal de usar y tirar.
Se trata de una bolsa de merienda reutilizable, con tela plastificada por dentro ¡fácil y sin coser! Además puedes adaptarla al tamaño que necesites, gracias al velcro.
Los materiales que vamos a necesitar son:
Pegamento textil Ceys
Cinta de doble cara Ceys montack de 8 mm
Velcro adhesivo: 5 cm de la cara rugosa y 15 cm de la suave
Regla, lápiz y tijeras
Tela de cuadros de 60 x 50 cm
Forro de plástico adhesivo de 50 x 40 cm ¡El que te ha sobrado de forrar los libros!
Empecemos con el paso a paso:
Lo primero es tener cortado el forro adhesivo a 50 x 40 cm y estirarlo.
Para conseguir la forma de la bolsa. Cuenta 8 cuadraditos desde cada esquina, haciendo marcas con el lápiz y traza una diagonal para unirlas. Haz lo mismo en las cuatro esquinas y recórtalas.
Estira la tela poniendo por encima la cara que quieres que quede por dentro. Coloca encima el forro adhesivo, tomando como referencia una de las esquinas y dejando un margen de dos dedos a cada lado, para luego poder hacer el dobladillo. Puedes ayudarte haciendo marcas con el lápiz.
Despega el forro y pégale poco a poco. Ve asegurándote de que quede recto con ayuda de los cuadrados. Estíralo bien de dentro hacia fuera con las manos, para que no queden burbujas.
Ahora con ayuda de una regla y contando los cuadraditos, dibuja con el lápiz una línea que contornee la silueta del plástico, dejando dos dedos de margen. Recórtalo.
Ahora empieza a hacer el dobladillo, primero con los laterales y luego las esquinas. Aplica pegamento textil en el centro del margen que has dejado antes. Dobla la tela hacia dentro hasta el límite donde empieza el plástico. Presiona con los dedos unos segundos para que se vaya pegando. Cuando tengas todos los laterales, haz lo mismo con las esquinas.
Para la segunda parte del dobladillo usa la cinta de doble cara. Primero se aplica en las esquinas y luego en los laterales. Pégala lo más cerca del borde exterior de la tela que te sea posible y recorta lo que sobre. Después quita el plástico protector y dobla la esquina hacia dentro. Aprieta con los dedos del centro hacia fuera. Cuando tengas las esquinas, repite el mismo proceso con los laterales.
Extiende la bolsa y dóblala hacia dentro, de forma que queden las telas solapadas en el centro. Márcalo bien con las manos.
Ahora coloca un trozo de velcro rugoso de 5 cm en el centro del hueco que se forma. Puedes contar cuadraditos para asegurarte de que quede bien centrado. Vuelve a doblarlo y a darle la vuelta. En la parte de detrás y por el extremo contrario pega una cara lisa de velcro de 15 cm en el centro.
Un vez que lo tengas, ya puedes darle la vuelta y doblarlo para cerrarlo. Gracias a la tira de velcro puedes hacerlo más grande o más pequeño según la merienda que quieras guardar en su interior. Y wolaaa.
Espero que te haya gustado la idea de la bolsa reutilizable y la pongas en práctica para llevarte la merienda cada día. Y así, sustituir al papel albal una temporada.
¡Hasta la próxima! Mientras tanto nos vemos por instagram y facebook, que cómo siempre os adelanto lo que estoy haciendo.
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