Pues resulta que estaba invitada a una fiesta-barbacoa molona “only adults” (de esas en las que cada uno se encarga de llevar algo) y yo fui agraciada con el lote de postre y chuches para amenizar al café y los gin-tonics.
Preparé una tarta ideal que había visto en Pinterest. Las chuches las pensaba llevar en sus embalajes originales, pero… ¡oh cielos! De pronto me entero de que la carne de la barbacoa viene de la mismísima Argentina, así que, mis bolsas de chuches dejaron de parecerme atractivas.
Como el regaliz es regaliz, aquí y en la China (me lo ha contado una amiga), no se me ocurrió otra cosa que cambiar la presentación.
Este es el resultado. Y como siempre… fácil, rápido y barato.
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