Puede resultar algo absurdo hablar sobre la goma de borrar, pero con el paso del tiempo hemos aprendido que si no las cuidamos se pueden estropear y echarnos a perder nuestro trabajo a la hora de usarlas.
La goma de borrar se nos puede secar, lo que provoca un endurecimiento, y a la hora de usarla, en vez de retirar el pigmento del lápiz, lo arrastra y emborrona el trabajo.
Consejos para conservar la goma de borrar
No la dejes durante muchos días al aire. Si esta unos días fuera de un estuche o caja, no pasa nada, pero si la dejas varios días al aire, es cuando se seca y se endurece.
Es recomendable tener la gomas de borrar guardadas en un estuche o en una caja (puede ser de plástico, cartón o de metal) e irla sacando según la necesites, después la guardas de nuevo.
Cómo limpiar las gomas de borrar
Como sabréis, la mina de los lapiceros hechas de grafito, contiene grasa. Y los limpia lavavajillas tienen un componente muy bueno para combatirla: Anti-grasa. Pues con un jabón de este estilo puede dejar las gomas limpias de grafito. Primero humedecemos con agua una esponja, del lavavajillas añadimos una gota para crear espuma. Luego, con la esponja cubierta de espuma, limpamos la goma de borrar hasta que queda completamente limpia de grafito. Una vez aclarada la goma de borrar, se secan bien con una toalla o papel de cocina y se dejan secar al aire durante un día. Con estos pasos la goma de borrar os durará mas.
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Otras curiosidades de la goma de borrar
¿Sabías que antes que existiese la goma de borrar se utilizaba miga de pan para eliminar el grafito? En 1770, Joseph Priestley descubrió que frotando un trozo de caucho sobre un papel con trazos de lápiz, eliminaba la marca de grafito. Aunque fue Edgard Nairne quien lo empezó a comercializar.
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