Lo primero es recortar varios rectángulos con las mismas medidas. Al menos una docena que tengan el mismo tamaño. Yo empecé con uno pequeño. Mis rectángulos tenían unos 10 centímetros de largo por 5 de ancho. Para hacerlo tengo que reconocer que usé una revista de publicidad que me habían dejado en la puerta de casa y que se había mojado durante las lluvias de la semana pasada. Iba directa a la basura, pero pensé que así si lo estropeaba peor no iba a quedar.
Una vez que hemos cortado los rectángulos, los vamos mojando en agua con un poco de cola de carpintero. Los ponemos uno encima de otro para que coincidan y así hacer un pequeño taco de hojas. Cuando estén completamente secas ( lo mejor es dejarlas un día entero), dibujamos sobre la superficie la flor que queremos.
Cortamos todas las hojas a la vez, para que todas las capas tengan la misma forma.
Dividimos en dos las hojas de papel y giramos uno de los grupos de hojas hasta que no coincidan los pétalos. Hacemos una especie de cruz y ponemos una grapa en el centro para sujetarlas. Además, levantamos hacia arriba las hojas.
Para finalizar le ponemos un botón para tapar la grapa y añadir color.
Si quieres ver cómo quedan: "Flores de loto de papel"