Cliente: Respeta el trabajo de los demás
Una señora quería comprar un vestido tejido a mano y vio a una artesana que hacía un trabajo absolutamente increíble.
La señora vio que era un precio demasiado alto, por lo que se acerca a la tejedora y en un tono bastante brusco le dice: "quiero comprar un vestido de los que usted teje, pero creo que cobra demasiado".
La artesana quedó un poco desconcertada, pero respondió: "¿Cuánto cree usted que debo cobrar?"
La señora respondió: "Haber por el hilo, más los listones, los botones y hasta unas tijeras, yo creo que ... " y le dio una cantidad.
El precio final que la señora calculó era mucho más barato que el precio original de la artesana, pero ella dijo: "Esta bien, usted recibirá su vestido en una semana".
La clienta quedó muy satisfecha de si misma y contó a todas sus amistades sobre una fabulosa oferta que había negociado.
Una semana después recibe una caja bellamente envuelta y al abrirla se da cuenta que en su interior solo esta el hilo, los botones, un listón y hasta unas tijeras. Muy enojada va en busca de la artesana: "¿Cómo pudo hacerme esto a mi? Le pedí un vestido y me envía una caja sólo con los materiales"
La tejedora tranquilamente respondió: "Mire señora, usted recibió exactamente por lo que pagó, si cree que hay algo que falte... es necesario pagar por ello".
Moraleja:
Cuando alguien nos compra un artículo hecho a mano, no sólo compran los materiales... también están comprando nuestro
tiempo, esfuerzo, amor y dedicación con la que hacemos nuestros artículos.
Fuente: este post proviene de Verónica Correa - Moda y Creaciones, donde puedes consultar el contenido original.
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