Es super sencillo de hacer y con un olor la mar de agradable.
Se corta un buen manojo de tallos de una planta de lavanda...
Quién no tenga la suerte de tener una bonita planta como ésta en su jardín, puede aprovechar una mañana de paseo por el monte para cortar un poco.
Se limpian bien las hojas del palo y se dejan los tallos largos. Una vez limpios todos los atamos con un hilo y los vamos bajando uno a uno formando una especie de piña que encierre dentro todas las flores. Los volvemos a atar bien todos con una cinta mona que nos sirva para colgar y listo.
Ya sé que una blogger en su sano juicio jamás habría puesto esas tijeras en ésta foto, y que el hilo habría estado envuelto en un precioso cartón, o incluso en un carrete vintage, pero yo soy así, muy rarica y peculiar.
¿que os parece el invento?
Es importante que se haga nada más cortar los tallos de la planta, puesto que si se seca, al bajarlos se partirán.
Si tenemos pensado utilizar nuestro ambientador para los armarios, o para meter dentro de las cajas de ropa en los cambios de temporada, hay que dejarlo secar un tiempo antes, puesto que si lo metemos directamente se pudrirían las flores y olerían fatal.
Tengo que confesar que he sido infiel, si señoras, infiel a mi informadora número uno en cuanto a cosas ecológicas,extrañas e impensablemente encantadoras...Lo siento Ate no me podía resistir ante tal olorido invento.
Sólo me queda dar la gracias a Aurora por compartir conmigo el útil invento y el buen rato compartido.
Además añadiré que lavanda tiene un efecto antipolilla muy práctico para el uso de los armarios.
Filosofía Merybunda: dejarse empapar de la sabiduría de quien,cuando era niño, todavía no tenían todo tipo de maquinistas que les nublara la creatividad, os sorprendería la de cosas que eran capaces de inventar para sobrellevar las largas tardes de verano. Y disfrutar enseñando a nuestros pequeños que hay cosas rodeándonos que pueden tener infinidad de utilidades.
Espero, como siempre que os guste y que os sirva de ayuda en algún momento.