Reconozco que la idea de colgar un palet en mi despacho me resultaba algo inquietante. Me daba miedo que pudiera comerse demasiado la pared o me restara mucho espacio en la zona de trabajo. Al fin y al cabo es un elemento bastante voluminoso y con un fondo a considerar. Sin embargo, mi preocupación me sirvió para colocar todo con un sentido más práctico, funcional y despejado.
Como vas a ver ahora, mi propuesta es muy básica y sencilla, pero si te animas, puedes sacar mucho provecho a esta idea, colocando el palet del revés o añadiendo baldas y cestas. ¡Vamos al lío! Para realizarlo vas a necesitar:
Un palet
Lija
Pintura
Barniz o cera
y algo de imaginación
Preparamos la madera: Lijamos las tablas para suavizarlas si fuera necesario y las pintamos al gusto. Yo he querido darlas un aspecto envejecido y he desgastado la pintura, ya seca, con la lija. Para terminar, aplicamos barniz o cera si queremos un aspecto más natural. Aquí podéis ver otros tutoriales con este proceso en detalle.
Colgamos de la pared: al ser algo pesado el palet, yo he colocado 4 escarpias, de modo que sujeten toda la estructura desde las cuatro esquinas. Todo dependerá del tamaño que tenga y lo que tengas pensado colocado en él. Si vas a colocar baldas para poner libros u otros objetos pesados, igual necesitas una sujeción mayor.
Decoramos: mi momento favorito :) Lo primero es colocar todo aquello que necesitamos en el día a día, como el calendario o la agenda. Yo he hecho unos cestitos de crochet para meter bolis, pinceles y libretas. Después puedes adornar con objetos que te inspiren, sin cargarlo mucho, para que no se te haga pesado. Y siempre, siempre, flores. Secas o frescas, las flores alegran cualquier rincón.
¿Qué os parece el resultado? ¿Os resulta inspirador para vuestros espacios de trabajo?
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:Espero verte dentro ;)
¡Un abrazo grande!
Fuente: este post proviene de Medias y tintas, donde puedes consultar el contenido original.
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