Los cuadros tipográficos son tendencia. En el DIY de hoy te proponemos que lo hagas tu mismo en casa. ¿No es ideal?
Los diseños tipograficos están a la última moda y a nosotras nos encantan.Confieso que yo tengo más de uno en casa con mensajes de esos que te sacan una sonrisa.
Hoy vamos a ver lo sencillo que es hacer un cuadro de este tipo en casa.
Como hacer un cuadro tipográfico en madera
Para hacer esta manualidad en madera vamos a necesitar:
El panel de madera podéis comprarlo en cualquier tienda de bricolage, manualidades o bellas artes, luego podéis cortarlo facilmente en casa al tamaño que os venga mejor. Yo utilicé la tapa de una caja de vinos.
El diseño a tranferir puede ser cualquiera, podéis hacerlo vosotros mismos o si os gusta el nuestro podéis descargarlo pinchando aquí.
Es muy importante que el diseño que elijáis este impreso en impresora láser, no sirve si lo imprimimos con la impresora normal que tenemos en casa, porque el producto que vamos a utilizar para transferir no funciona con tinta, si no con tóner. Así que elegir el diseño y llevarlo a imprimir a una copistería.
Otro punto importante: como veis en la foto el diseño debe estar invertido, de manera que al colocar el folio boca abajo sobre el producto, la tipografía se pueda leer correctamente.
El barniz que utilizaremos para transferir se llama photo transfer potch y se vende en tiendas de manualidades, lo podéis comprar aquí.
Tranferir una imagen sobre madera
Ahora veremos el paso a paso. Este mismo procedimiento nos sirve para transferir cualquier tipo de imagen, no sólo texto, podemos utilizar también fotos, así que pensar en todas las posibilidades que tenemos, sólo hay que ser creativos.
Lo primero que haremos será aplicar el barniz sobre la madera, vamos a pasar el pincel en ambos sentidos (horizontal y vertical) para que el producto se meta bien en todos los huecos de la madera (figura 1). Despues vamos a colocar encima el diseño, con la imagen boca abajo, mirando a la madera. Luego ayudándonos con una herramienta que tenga un canto recto y plano (una espátula, regla, tarjeta de crédito...) vamos a ir alisando la hoja de papel para retirar cualquier posible burbuja o excedente de barniz (2) y dejaremos secar. Lo ideal es esperar 24 horas, pero si os puede la curiosidad tambien se puede secar con secador de pelo durante 10 minutos, aunque yo os recomiendo esperar.
Transcurrido el tiempo de secado vamos a humedecer el papel con un poco de agua (3).
A continuación, con cuidado iremos retirando la celulosa adherida a la madera (4), lo haremos con movimientos circulares, poco a poco e intentando no ejercer demasiada presión, porque si no corremos el riesgo de arrastar el diseño junto con el papel. Yo lo he hecho con las manos, pero otra buena manera es ayudarnos con un paño húmedo (5 y 6).
Cuando hayamos retirado todo el papel superficial, podemos dejar secar unos minutos y veremos que aparecerá un velo blaquesimo sobre el diseño, no os preocupéis que es normal. Esto es que aún tenemos restos de celulosa por retirar. Volvemos a humedecer y repetimos la operación hasta que nos salga todo ( 7 y 8 ).
Dejamos secar y ya tenemos listo nuestro cuadro. Lo ideal es darle un barniz encima o algún producto para proteger la madera, yo utilicé un poco de cera para madera. Esto, además de proteger el diseño eliminará cualquier pequeño resto de celulosa que nos hubiera quedado (9).
Ahora solo nos queda colocar el cuadro en algún lugar de la casa y tendremos otro rincón especial con un toque muy personal.
Si aún estáis pensando donde ponerlo aquí os recuerdo un montón de ideas para decorar las paredes con cuadros y láminas
Hasta aquí otra manualidad fácil y decorativa, de esas que tanto nos gustan. Espero que la pongáis en práctica.
Hasta la próxima!
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