Este año me hice con unas cuantas cajas de fresas, entre las compradas (¡nos encantan las fresas!) y las que mi frutero me regaló. Después de limpiarlas bien, tenemos que lijarlas con una lija de grano fino. Debemos tener mucho cuidado, sobre todo con las esquinas y los bajos de la caja. Recuerda que están fabricadas con madera de balsa, muy quebradiza, y que el fondo es cartón prensado. Después te recomiendo que pases la lija suavemente por los dibujos y letras impresas en la caja. Ayudará a desdibujarlos a la vez que abrirá el poro de la madera. Así necesitarás menos pintura y el acabado será más uniforme.
A mí me gusta especialmente la pintura a la tiza o “chalk paint”. Adoro sus tonalidades y el efecto que crea sobre la madera, con esa sensación de delicadeza y suavidad. Además, cubre a la perfección (¡una sola capa es más que suficiente si has lijado previamente!). En la fotografía podéis ver la caja de fresas que decoré para mis gemelos, una estantería para sus Sonny Angels con portafotos. ¿Qué os parece? ¿Habéis reciclado vosotros cajas de fruta? Deja tu comentario y cuéntamelo. ¿Quieres encontrar inspiración? Consulta mi tablero en Pinterest “Cajas de fruta. Decoración DIY. Fruit boxs. DIY Decoration”.