De Aras Pacis a Argelia

Ara Pacis

Altar levantado por el Senado romano en acción de gracias por el regreso feliz de Augusto, después de haber pacificado las tierras de España y la Galia. Estaba dedicado a la Diosa de la Paz y cada año debían acudir a él los oficiales, los sacerdotes y las vírgenes vestales para ofrecer un sacrificio.

Muchos fragmentos de este altar se conocían desde el s. XVI. Basándose en ellos y en el emplazamiento que le atribuían algunas inscripciones de la época, el arqueólogo austríaco Eugen Petersen en 1902 nuevas excavaciones. Hoy se conocen su forma y la del templo que la albergaba.

El friso superior del Ara Pacis es, quizás, el monumento más importante de la escultura romana. En él aparecen deidificados la tierra, el aire y el océano, un personaje representa al pueblo romano, que acude a sacrificar las víctimas rituales. La parte más original del friso contiene, en bajorrelieve, presidida por el mismo Augusto.

Las figuras del Ara Pacis destacan por su realismo, que se pone de manifiesto en una novedad: la introducción del retrato, que tanta importancia alcanzaría luego en la escultura romana.

El Ara Pacis (Altar de la Paz) es un monumento conmemorativo de la época del Imperio romano. Se halla en Roma y fue construido entre el 13 y el 9 a. C. por decisión del Senado, en acción de gracias por el regreso del emperador Augusto tras sus victoriosas campañas en Hispania y Galia, y la paz que éste había impuesto. Está dedicado a la diosa de la Paz (PAX) y levantado en Roma, en el Campo de Marte, donde cada año se debían sacrificar un carnero y dos bueyes.

El material utilizado es mármol de Carrara, tiene una planta rectangular con unas dimensiones de 11 x 10 x 4’60 metros y no está cubierto. Presenta dos puertas: una frontal para el sacerdote oficiante, precedida de una escalinata, y otra posterior para los animales a sacrificar; estas puertas estaban orientadas originalmente al este y al oeste. En su interior el centro está ocupado por el ara propiamente dicha que se asienta sobre un pedestal escalonado.

Lo más destacado es la decoración escultórica que recubre el edificio. En el interior el friso está ocupado por guirnaldas y bucráneos. En el exterior los zócalos se recubren de roleos de acanto. Los frisos exteriores tienen distinta decoración según su ubicación: flanqueando las puertas cuatro alegorías, y en los muros laterales dos procesiones.

Las alegorías están relacionadas con la mítica fundación de Roma. De los cuatro originales solo dos se han conservado casi completos; uno de éstos representa a Eneas y el otro (el mejor conservado) a La Tierra, como una mujer con dos niños, flanqueada por los genios fertilizantes del Aire sobre un cisne y del Agua sobre un monstruo marino; todo ello acompañado de frutos y animales que hacen alusión a la prosperidad proporcionada por la Paz de Augusto.

La procesión de los frisos laterales representa a Augusto, su familia, amigos, magistrados y senadores, componiendo un magnífico conjunto de retratos que, no obstante, deja entrever una fuerte influencia de las Panateneas del Partenón, si bien los personajes procesionan en dos filas con más orden y disciplina que en el templo ático. Se combinan altorrelieves con medio y bajorrelieves, que contribuyen a crear sensación de profundidad.

Nos encontramos, pues, ante una obra que combina los elementos de origen griego y helenístico (la influencia de Fidias, las alegorías y elementos decorativos helenísticos), con el realismo y la sobriedad característicos de la tradición romana del retrato, representando por su calidad el punto más alto jamás alcanzado en el arte de los relieves.

Tras siglos de abandono el monumento se redujo a ruinas y sus restos fueron reutilizados para cimentar del palacio de Humberto I. En 1903 se realizaron las primeras excavaciones sistemáticas, completadas entre 1937 y 1938, con la reconstrucción del edificio durante los años de Gobierno fascista en Italia.

Uno de los pilares de la política interior de Mussolini fue la recuperación del legado romano; se apropió de los símbolos imperiales como vehículo de reafirmación nacional, y asimiló la imagen de un líder fuerte y absoluto como el Emperador romano a su propia posición como jefe único de todos los italianos. Durante el período fascista por él comandado, se realizó un ingente esfuerzo de recuperación de restos arqueológicos, la mayoría de las veces con poco acierto científico.

En fecha reciente, el monumento fue recubierto por un edificio de líneas minimalistas diseñado por Richard Meier, para protegerlo de la contaminación atmosférica que sufre Roma. El nuevo conjunto incluye salas subterráneas para exposiciones temporales. La novedad de un edificio tan moderno en un entorno histórico ha suscitado críticas, y fuentes del entorno del presidente Silvio Berlusconi han sugerido que el edificio de Meier podría ser desmontado.

Aragay Blanchar, Josep, pintor, dibujante y ceramista español (Barcelona, 1889-Breda, 1973)

Discípulo de Francesc d’Assís Galí, en 1911 Eugeni d’Ors le encargó la dirección artística del Almanac dels Noucentistes. Con el seudónimo Jacob, colaboró en diversos semanarios humorísticos catalanes, como la primera etapa de la revista Papitu, o El Borinot. En 1912, junto a Xavier Nogués y Francesc Pujols, fundó la revista Picarol, uno de los máximos exponentes de la ilustración catalana a principios del siglo XX. En 1914 realizó un largo viaje formativo por Italia.

Fue profesor de la Escuela Superior de Bellos Oficios de la Mancomunidad de Cataluña. En 1925 se instaló en Breda, donde fundó un taller de cerámica, actividad a la que dedicaría el resto de su vida profesional. Es autor de dos libros teóricos: La pintura catalana contemporánea, la seua herència i el seu llegat (1916) y El nacionalisme de l’art (1920).

Colaboró como dibujante en diversas publicaciones (Papitu, Picarol, Almanach dels Noucentistes, Cuca Fera). La fuente del Portal del Ángel de Barcelona y la obra Vacaciones resumen, respectivamente, sus aportaciones más brillantes en el campo de la cerámica y de la pintura.

Aragón

Región española, más histórica y social que natural, que comprende el tronco central del Valle del Río Elba.

Se extiende desde el Pirineo Central hasta el Sistema Ibérico y abarca parte de las 3 grandes unidades estructurales de la Península Ibérica: el Pirineo Central, el Sistema Ibérico y la Depresión del Río Elba, siendo esta última la fundamental.

Comprende las provincias de:

Huesca.

Teruel.

Zaragoza.

Arte

Las manifestaciones artísticas de las 3 provincias aragonesas están condicionadas por las vicisitudes de su historia y por el gusto de un pueblo que tiende, en su arte, a la expresión de los valores temperamentales. Prescindiendo de los abundantes restos prehistóricos y romanos y situándose en la Edad media, se ve que Aragón fue un importante y original foco románico, que giró en torno a Jaca. Al Sur, las tierras del Ebro, fueron, después, la región que tuvo mayor personalidad artística dentro de la España musulmana. Buena prueba de ello es la alfajería zaragozana.

Toda la reconquista zaragozana se llevó a cabo bajo el signo de una política tolerante con los musulmanes y la permanencia en Aragón de los moros sometidos influyó grandemente en las directrices artísticas de este reino. Por eso el mudejarismo impregnará durante varios s. la arquitectura aragonesa, y su espíritu inspirará, incluso, algunas obras del Renacimiento.

El Románico crea en Aragón una de las esculturas más típicas y originales de la Península. Su obra maestra es la catedral de Jaca, capital del primitivo reino aragonés. Mandada a construir por el Rey Ramiro I, quedó terminada en 1603, y a pesar de su temprana fecha de ejecución sorprende por la grandeza y originalidad de este templo, que debió causar gran admiración en su época dado el gran número de iglesias que le tomaron como ejemplo. La influencia jaquesa llegó incluso hasta Compostela, por el Camino de Santiago. Dentro de la escuela jaquesa puede citarse, entre otras obras, el Castillo Abadía de Loarre, la fortaleza románica más importante de España y el Monasterio de la Santa Cruz de Serós, de bella torre cuadrada. En torno a Jaca surge una fecunda escuela de escultores que produce, a fines del s. XI, una obra importante: el Sepulcro de la Infanta Sandra; original en su iconografía y arcaico en su forma, se ha relacionado con obras italianas. Al s. XII pertenecen 3 escultores navarro – aragoneses de fuerte personalidad; uno de ellos es el Maestro de San Juan de la Peña, el autor anónimo del claustro del famoso monasterio oscense, Panteón Real de los Reyes aragoneses. El monasterio posee, además de claustro e iglesia románicos, restos de una primitiva iglesia mozárabe del s. IX. Guardan relación con la citada obra el claustro de San Pedro, el Viejo, de Huesca, y los relieves de la Iglesia de Santiago de Agüero, en el Camino de Compostela. Otro escultor es Leodegarius, que firma su nombre en la portada de Santa María de Sangüesa (Navarra) y realiza la portada de San Esteban, en Sos del Rey Católico. Conocedor de la escultura románica borgoñona, se caracteriza por el alargamiento de las figuras que adosa a las columnas de la fachada. Por último, los relieves de San Miguel y de Santa María de Uncastillo (Zaragoza), parecen obras de otro maestro, de estilo más arcaizante.

La imaginería románica produce numerosas Vírgenes, como las de Daroca y la de la Magdalena de Huesca, así como Descendimientos de tipo catalán, como la de Roda de Isábena.

El gran auge alcanzado por la escultura románica aragonesa tiene paralelismo en pintura, la cual se desarrolló, además, tardíamente. La provincia de Huesca es la mayor dotada en pinturas románicas, tanto murales como tablas. Obras maestras son las pinturas de la Sala Capitular del Real Monasterio de Gigena. Desgraciadamente, en los saqueos de 1936 perdieron su brillante colorido, y hoy se conservan en el Museo de Arte Cataluña, en Barcelona. Representa narraciones del Antiguo y Nuevo Testamento, con series de Patriarcas en los arcos y decoración con motivos vegetales y monstruos. Su relación con los mosaicos y frescos de la Escuela romana han hecho pensar en un artista romano del s. XII, llamado Gigena por los reyes aragoneses. Influidas por el románico francés, se presenta en las pinturas de la Sala Capitular de Roda y en las de Foces.

El arte románico en Aragón se caracteriza por la presencia de una arquitectura monumental, exótica y suntuosa, erigida desde la segunda mitad del siglo XI hasta principios del siglo XII, que se superpone a los más modestos edificios de tradición y estilos mozárabe y lombardo-catalán de la región.

La Catedral de Jaca, la iglesia del castillo de Loarre, o la de Santa María del monasterio de Santa Cruz de la Serós, constituyen un asombro para la época, y su magnificencia regia contrasta con la conservadora tradición de la liturgia mozárabe, eclipsándola.

Aragón surge como región histórica con personalidad propia hacia el siglo VIII, tras la invasión musulmana de la península. Inicialmente, posee dos grandes regiones condicionadas por la topografía: la montaña, amalgama de valles pirenaicos poblados por cristianos, y la llanura –dominada por jerarcas musulmanes–, que llega hasta las riberas del Ebro y sus afluentes. La principal vía es una calzada romana que unía Zaragoza con Bearn, atravesando el puerto pirenaico del Palo. Los pequeños asentamientos cristianos se articulan en torno a un núcleo ibérico-romano, la futura Jaca.

A principios del siglo IX, surgen algunos caudillos montañeses, señores propietarios que tratan de garantizar la independencia de los pequeños asentamientos cristianos de la zona regada por los ríos Aragón, topónimo del futuro territorio. Este sometimiento y aislamiento generará un fuerte sentimiento independentista, aunque capaz de asimilar sucesivas oleadas de gentes hispanas y galas que aportan nuevas costumbres y estilos artísticos. Los que llegan de la península traen modos y estilos mozárabes; los provenientes de las Galias aportan las tradiciones monásticas de la regla de San Benito.

A inicios del siglo X, la región es ocupada por el rey de Pamplona Sancho I Garcés, iniciándose una restauración diocesana, con obispado en Sasabe (922). Se consagra la primera iglesia de San Juan de la Peña. La población aumenta, y se establecen las primeras tenencias militares permanentes.

El pujante comercio entre África y Europa, surgido en el siglo XI, aporta novedades culturales y trae inesperados ingresos, generados en las aduanas de Canfranc-Jaca, de la ruta Narbona-Jaca-Pamplona. Ramiro I de Aragón, hacia 1054, se erige rey de Aragón, acaudillando un levantamiento que libera a la región del dominio del rey de Pamplona. Surge un arte románico primitivo, alejado de las anteriores influencias mozárabes y musulmanas. El rey aragonés Sancho Ramírez (1063-1094) amplía sus dominios, arrebatándoselo a los vecinos gobernantes cristianos y musulmanes. Loarre se convierte en capilla real. Jaca es la ciudad real, sede episcopal, y centro administrativo que acuña mancusos, la primera moneda de oro aragonesa.

Consolidados los reyes de Aragón, durante el siglo XI la dinastía de los Ramírez se anexionó amplios territorios e importantes ciudades, como Zaragoza (1118), Tudela (1119), Tarazona (1119), Calatayud (1120) y Daroca (1120). Aragón se repuebla creándose nuevas ciudades francas que poseen estatutos económicos privilegiados, respetando las costumbres de los campesinos musulmanes, o mediante abigarrados concejos situados en las zonas fronterizas que, con la promesa de su defensa y no preguntar por su pasado, atraen a multitud de aventureros. Con la restauración eclesiástica, se erigirán en Aragón decenas de nuevas iglesias en los territorios y ciudades conquistados, y los prelados de las sedes, en gran parte procedentes de las zonas francesas, aportarán una corriente cultural con estilos artísticos renovadores.

El arte románico aragonés constituye una espléndida intrusión del arte italiano de la época, aunque desde la segunda mitad del siglo XII, la influencia proviene del sudoeste de la región –más desarrollada– vinculada a la tradición jacobea, de Castilla y Navarra.

Aragón alberga uno de los tramos del Camino de Santiago, haciéndose patente su influencia artística en la iglesia de Santiago de Agüero, o en las de Cinco Villas, como la portada de la iglesia de San Esteban, en Sos del Rey Católico, o en Santa María de Uncastillo. La iconografía muestra afinidades con temas recurrentes del Camino, aunque también posee vestigios de la tradición musulmana, reflejados en algunos temas más sensuales.

Algunos edificios aragoneses muestran la doble influencia de los estilos mozárabe y románico primitivo, destacando San Juan de la Peña, el castillo de Loarre, la iglesia de Iguácel y las del valle medio-alto del río Gállego, siendo el mejor ejemplo la iglesia de San Pedro, en Lárrede: con ausencia de escultura figurativa y ornamental, gruesas molduras aboceladas, vanos en arco de medio punto o ligeramente apuntados encuadrados en un alfiz y, en la cabecera, arquería de medio punto con un friso de largos billetes verticales (rollos) a modo de cornisa. También se edifica arquitectura de estilo lombardo-catalán, principalmente en los Pirineos.

Desde la segunda mitad del siglo XI, la construcción de la catedral de Jaca influirá poderosamente en la arquitectura del entorno, reflejándose en las iglesias de Loarre, Sos, Santa Cruz de la Serós y San Pedro de Siresa. San Juan de la Peña, como panteón real, es un conjunto singular conformado por edificaciones de variado estilo.

La influencia jacobea se percibe desde mediados del siglo XII, en la ruta de las Cinco Villas, Agüero-Murillo de Gállego, caracterizada por una arquitectura con bóveda de cañón ligeramente apuntada con arcos fajones, portadas historiadas, impostas abilletadas y crismones. Sólo entre los siglos XI y XII se han documentado unas mil edificaciones románicas aragonesas.

El siglo XIII marca la transición del arte románico-gótico, manifestado en los monasterios de Veruela, Piedra, Rueda, Sigena; o las iglesias de Chalamera y Casbas. Serán las grandes órdenes colonizadoras las principales promotoras de las nuevas obras de carácter religioso.

La Catedral de Jaca (siglos XI-XII), con su rica y compleja iconografía, marca el despertar de la escultura románica aragonesa. El crismón grabado sobre el tímpano será un elemento característico del románico de la zona. Destaca, por su buen sentido de la composición y esmerada talla, el Maestro del sarcófago de doña Sancha, de posible origen italiano, cuyo estilo se aprecia en dos capiteles del antiguo claustro de Jaca, o en la anunciación de la Santa Cruz de la Serós. Del Maestro Esteban, encontramos hermosos capiteles historiados en la cripta de la iglesia de san Esteban en Sos del Rey Católico. Otra de las obras maestras del románico aragonés es el claustro de San Pedro el Viejo en Huesca.

Se puede apreciar una insólita iconografía en varios capiteles del claustro de la colegiata de Alquézar: una Trinidad tricéfala creando a Adán, un Dios alado, o el sacrificio de Isaac, con claras reminiscencias del arte irlandés y carolingio.

En el siglo XII, el llamado Maestro de San Juan de la Peña (conocido también como maestro de Agüero), aunque con estilo algo arcaico, muestra su interés por el realismo en un rico repertorio bíblico de Epifanías, composiciones de danzantes, músicos, y animales fantásticos, de marcada influencia castellana septentrional.

Pero, en palabras de Huizinga, será en la iglesia de Santa María de Uncastillo donde el románico aragonés expresará una euforia carnavalesca, un llanto y crujir de dientes.

La pintura mural románico-aragonesa surge tardíamente, en el siglo XII. Hacia 1123, el Maestro de Taüll o el Maestro de Navasa decora la iglesia de Roda de Isábena, conservándose restos de un Pantocrátor. El llamado Maestro del Juicio Final, italiano, pintó los frescos de Susín, en Huesca. El Maestro de Bagüés trata temas hasta entonces inusitados: una Ascensión, más un Calvario y un destacado Prendimiento, que ejecuta al fresco con retoques de temple. El Maestro de Ruesta pinta en la iglesia de San Juan.

Perduran algunas pinturas sobre tabla de la época, ejecutadas al temple de huevo sobre preparación de yeso –la mayoría en fondos privados–, destacando un Pantocrátor procedente de Berbegal, Huesca.

Se conservan varios documentos iluminados en los archivos catedralicios de Huesca y Jaca, como las cuatro copias de las actas del Concilio de Jaca, procedentes del monasterio de San Juan de la Peña, donde aparecen dibujados diversos monarcas y obispos. Presuntamente, de la misma procedencia, es la Biblia del siglo XI conservada en la Biblioteca Nacional de Madrid.

Lo más interesante de las miniaturas aragonesas de los siglos XI y XII, es la adaptación de elementos mozárabes y mudéjares al estilo románico internacional, canalizado mediante la influencia francesa.

El arte de los taifas dejó en Zaragoza una obra espléndida del s. XI: la Aljafería, convertida hoy en cuartel, solo se conserva hoy el oratorio. Las arquerías han sido trasladadas a los Museos arqueológicos de Zaragoza y Madrid. Caracteriza a la Aljafería el gusto por lo decorativo, favorecido por la blandura de los materiales, alabastro y yeso, que se presta a cualquier tipo de ornamentación. La novedad más interesante de este palacio consiste en la utilización del arco lobulado y, más tarde, del mixtilíneo. El oratorio, de planta octogonal y cúpula de gallones, constituye el ejemplo más expresivo del entrecruzamiento de arcos.

En Aragón, el mudejarismo arraigó con una fuerza extraordinaria, debido a la densa población musulmana sometida. Consta, por datos documentales, la intervención de maestros moros en numerosas construcciones. Así, el maestro Muza Abdomalic construyó la Iglesia de San Pedro Mártir, de Catalayud. El arte mudéjar es una mezcla de formas musulmanas y cristianas, realizadas con materias baratas, fundamentalmente ladrillo. Pero, más que una nueva forma arquitectónica, el mudéjar es un estilo decorativo. Motivos geométricos y azulejos enmascaran la pobreza del material utilizado, creando un arte deslumbrante de sabor popular. Las creaciones más típicas del mudejarismo son las torres, que imprimen un carácter especial a la fisonomía de las ciudades aragonesas. Su origen es islámico. La ciudad de Teruel posee 3 bellas torres mudéjares de planta cuadrada. La de la Catedral es la más antigua (1259) y está edificada sobre un arco que permite el tráfico debajo de ella. Las torres de San Martín y El Salvador son del s. XIV. De planta octogonal es la torre de Santa María de Tauste y la de San Pablo de Zaragoza, del s. XIII. Algo posterior y de tipo mixto es la torre de Utebo. El mudejarismo perdura en Aragón, incluso, hasta el s. XVI, prueba de ello son las 3 obras más importantes de este s.: el cimborrio de la Seo de Zaragoza, templo que, comenzado en piedra y en estilo románico, se terminó en mudéjar con ladrillo y azulejo. A imitación del zaragozano se construyen los cimborrios de la Catedral Gótica de Zaragoza y de la de Teruel. Las 3 obras ponen fin al mudéjar aragonés, aunque una leve influencia persistirá en los s. XVII y XVIII. El tipo de iglesia que más se extendió es el gótico, cuyas formas apuntadas fueron traspuestas de la piedra al ladrillo. De ahí el nombre de gótico – mudéjar con que se conoce este estilo: A él pertenecen gran número de iglesias aragonesas, como San Pedro de Teruel, San Pablo de Zaragoza y Santa María del Tauste (s. XIII), San Miguel de los Navarros, de Zaragoza, y Santa María de Catalayud (s. XIV).

La brillantez de la escuela románica en la zona Norte aragonesa y el predominio del gótico-mudéjar en las comarcas del Sur contribuyeron a la desigual penetración del gótico puro. Los cistercienses, difusores de este estilo, construyeron en Aragón 2 monasterios: el de Veruela (1173) y el de Piedra. La catedral de Huesca, gótica y de 3 naves, es una obra de sabor local y monástico. Su exterior pertenece a los s. XV y XVI. Arquitectónicamente mediocre, es importante por la escultura de su portada, punto de arranque de la escultura gótica aragonesa. En el tímpano, bajo dosel, aparecen la Virgen y los 7 santos. Esculpida en el s. XIV, la influencia de la escultura gótica francesa se hace patente en ella. Derivan de la portada oscense los relieves de las puertas de la parroquia de Caspe, de la Colegiata de Daroca y San Pablo de Zaragoza. El retablo de la Seo de Zaragoza es la obra máxima de la escultura gótica del s. XV. Bajo una serie de pináculos de tracería calada, el retablo cobija 3 grandes relieves. La parte inferior es obra de Pere Johan, y los relieves centrales de Hans Peter Danzer, también llamado Hans de Suabia, alemán influido por el gótico de su país.

La pintura gótica se desarrolla con gran profusión por las tierras aragonesas y, como en resto de la Península Ibérica, ofrece 3 estilos sucesivos:

1) Gótico Lineal: Basado en la línea que marca los contornos, sigue la dirección del gótico francés, y representa escenas trovadorescas y guerreros en varias iglesias de Daroca, Zaragoza, Huesca, Catalayud y Tarazona, fechadas en el s. XIV.

2) Gótico internacional: Se caracteriza por el abandono de lo francés y la influencia de una nueva corriente, la italiana, que llegó a Aragón a través de artistas catalanes y aragoneses, cuyas obras ocupan la primera mitad del s. XV. Los pintores catalanes Jaume Ferrer Bassa y Jaume Serra pintan en esta época en Aragón, y muchas obras de aquel tiempo se hallan en el círculo de su influencia.

3) Gótico hispanoflamenco: En la segunda mitad del s. XV, la pintura aragonesa se adhiere con fuerza al gótico hispanoflamenco. Se pinta cada vez más y esta tendencia persiste hasta la mitad del s. XVII. Se caracteriza por el gusto por el oro, que recubre con profusión fondos y ropajes, como lo hacía Jan van Eyck, Dentro de este estilo Bartolomé Bermejo figura en primera línea. Sus personajes son fuertes, monumentales y se mueven con rudeza, características que tienen muchos puntos de contacto con la sensibilidad aragonesa. Al gótico hispanoflamenco, influido por Bartolomé Bermejo, se adhiere gran número de obras. Entre los más importantes cabe citar el retablo de San Miguel (Museo del Prado) y los retablos de las Catedrales de Tarazona y Borja.

El renacimiento se introduce pronto en Aragón debido a las relaciones de la monarquía aragonesa con Italia. En esta época se realizan en Tarazona 2 grandes empresas artísticas: la fachada, tipo retablo, de Santa Engracia, y la decoración interior de la Seo. La primera, obra de Gil Morlanes el Viejo, señala la transición del gótico al renacimiento. En el interior de la Seo abundan el estilo plateresco, que se pone de relieve en la capilla de San Miguel, obra del florentino Juan de Moreto y el trascoro decorado con grutescos y finos motivos renacentistas. Pero donde la arquitectura alcanza mayor originalidad es la construcción civil, a base de ladrillo, material genuino en la región. La Lonja de Zaragoza es una adaptación de las lonjas levantinas góticas; con una ornamentación sobre yeso, al gusto aragonés, es obra de Gil Morlanes, el Joven, y lo más importante es su exterior, grave sobrio y proporcionado arquetipo de la arquitectura aragonesa. Los retablos y las sillerías adquieren gran difusión en esa época; los retablos, generalmente de alabastro, dejan en el centro un luneto o claraboya para el ostensorio. En 1509 Damian Forment, realiza el retablo mayor que hoy en día se pueden encontrar en la Basílica del Pilar de Zaragoza, de trazo gótico y con 3 escenas centradas en temas de la vida de la Virgen. A Damian Forment pertenecen los retablos mayores de la Catedral de Huesca y del Monasterio de Poblet. El segundo gran escultor renacentista es el francés Gabriel Joly, autor del retablo de Teruel, en madera sin policromar. Sus apóstoles son de gran elegancia y refinamiento. Los retablos de San Miguel de la Seo y de la Trinidad de Jaca son obras de Juan de Anchieta. Sus grandiosos personajes recuerdan a Miguel Ángel Buonarrotti.

La escultura del Renacimiento en Aragón (España) presenta características propias que la pueden diferenciar del resto de España. En la labra de los rostros, paños y actitudes, las formas son serenas y líricas, con un fondo goticista que se verá claramente en la obra de su mejor representante, el escultor valenciano Damián Forment. Esta etapa supone para la escultura aragonesa una época de gran esplendor y junto con la escuela castellana va a dar a España lo mejor de este arte.

A pesar de las buenas relaciones existentes entre el reino de Aragón e Italia no se dio el hecho (como en Castilla y Andalucía) de que trabajaran artistas llegados de Italia, con excepción del florentino Juan de Moreto, afincado en Aragón. La única pieza importada fue la del sepulcro de Bellpuig en la región catalana, realizado por el escultor renacentista italiano Giovanni da Nola.

Aragón contaba ya con una tradición excepcional en el arte de la escultura pues durante todo el siglo XV se habían elaborado obras en estilo gótico, obras muy buenas y dignas de mención: decoración en piedra blanca de la capilla de los Corporales (basílica de Daroca); banco del retablo en alabastro para la capilla del palacio arzobispal de Zaragoza; y la obra cumbre, el monumental retablo mayor de la Seo de Zaragoza comenzado en 1434 por el escultor catalán Pere Johan, continuado por Francí Gomar y Hans Piet Dansó (o d’Ansó) y terminado en 1488 por Gil Morlanes el Viejo con la aportación del tabernáculo.

Una de las características de Aragón es que sus maestros trabajaron generalmente en equipo, incluso a veces se traspasaban las obras aun después de haber firmado los contratos Estos autores influyeron bastante en la escultura navarra y riojana anterior a Juan de Ancheta, en especial los escultores Forment y Gabriel Yoly. Otra característica es su expansión geográfica pues mientras la escuela castellana exportó sus escultores y su obra hacia Andalucía, los aragoneses se restringieron a Zaragoza y alrededores, dando una especial importancia a sus talleres donde colaboraban sin salir del lugar. Los talleres tuvieron una inmensa relevancia y bastantes veces se crearon consorcios entre ellos. Dentro del taller se tenía muy en cuenta la misión del maestro escultor director, atendiendo especialmente a su estilo y dibujos previos. El taller de Damián Forment fue un ejemplo de colaboración y calidad y fue afamado desde sus inicios.

Los clientes del Reino de Aragón, a partir del primer tercio se inclinaron por la demanda a lo romano y no a lo moderno, entendiendo por moderno el arte gótico, ya que el Renacimiento se remontaba a las obras clásicas (antiguas) de los romanos. La obra realizada con más frecuencia fue el retablo. En esta época se dio una masiva renovación de retablos en catedrales y monasterios. También hubo encargos de grandes sepulcros, la mayoría de ellos desaparecidos. En este género es de destacar el conjunto monumental de la capilla funeraria de Hernando de Aragón en la seo de Zaragoza, de 1550.

La escultura aragonesa está muy ligada a la arquitectura civil y puede verse en portadas de palacios (como ejemplo, el de los condes de Morata en Zaragoza llamado palacio de los Luna), patios y fachadas.

Los materiales empleados fueron la madera y el alabastro. La madera se empleó tanto en blanco para sillerías de coro, como policromada para retablos. El alabastro fue muy frecuente pues había muchas canteras de gran calidad en la región. El taller de Damián Forment alcanzó el máximo nivel con sus obras realizadas en este material.

En el primer tercio del siglo XVI destacó en Aragón la figura de Gil de Morlanes el Viejo, natural de Daroca, que había comenzado su carrera como escultor en pleno arte gótico llegando a tener desde 1493 el título de “Escultor de Fernando el Católico”. Este rey le encargó los sepulcros de Juan II y Juana Enríquez en el monasterio de Poblet (1496-1499). El maestro Morlanes, ya entrado el siglo XVI, supo adaptarse perfectamente a las nuevas formas del arte renacentista, siendo el verdadero introductor de este cambio en Aragón. Las esculturas del retablo del Juicio Final de la abadía de Monte Aragón son una buena muestra de su quehacer renacentista. Su última obra fue la portada principal del monasterio de Santa Engracia, de patrocinio real, en 1515. No llegó a terminarla, dado su avanzada edad, traspasando la obra a su hijo Gil de Morlanes el Joven.

Los tres grandes escultores fueron Damián Forment, Joly (españolizado Yoli) y Juan de Moreto. Con ellos y sus seguidores terminó la primera etapa de escultura aragonesa renacentista. El periodo siguiente no aportó grandes figuras. La mayoría de los discípulos de Forment trabajaron fuera de Aragón. El hijo de Moreto, Pedro de Moreto, continuó por un tiempo a la muerte de su padre en 1547, en el taller, acometiendo diversos encargos, como la ornamentación de la capilla funeraria de San Bernardo en la seo de Zaragoza, pero este escultor murió muy pronto. También trabajaron en varios encargos los escultores Bernardo Pérez y Juan de Liceire, que no aportaron grandes innovaciones.

A partir de mediados del s. XVI destacados imagineros darán continuidad al legado escultórico de Forment, Yoly y Juan de Moreto. Uno de los más prometedores artistas fue Pedro Moreto, aunque su temprana muerte le impidió mostrar todo su valor. Formado con Juan Pérez Vizcaíno, un discípulo de Yoli, estaba destinado a revolucionar el estado de la escultura en Aragón, como muestra su buen trabajo en el sepulcro del arzobispo Hernando de Aragón de La Seo.

Otro artista destacado es Bernardo Pérez quien, en colaboración con Pedro Moreto, se encargó del sepulcro en alabastro del abad Lope Marco del Monasterio de Veruela, en un estilo que continúa el utilizado en el importante monumento funerario al arzobispo aragonés y su madre Ana de Gurrea en la capilla dedicada a San Bernardo de la catedral zaragozana antes mencionado. El sepulcro de la madre del prelado fue realizado por Juan de Liceire, discípulo de Forment y uno de los imagineros más célebres en Aragón en esta segunda mitad del siglo. Liceire realizó en 1559 un sepulcro para el conde de Aytona en Avingañá, en la actual provincia de Lérida. Se concluyó al año siguiente el retablo mayor de la catedral de Barbastro, que había iniciado Forment. De su mano proceden las escenas Oración del Huerto, Prendimiento, Ecce-Homo, Cristo con la cruz a cuestas y Piedad.

Muy activo en estas fechas está Juan Martínez de Salamanca, que regentó un importante taller en Calatayud y continuó las trazas de Pedro Moreto en el retablo mayor de Ibdes, que incorporó pinturas de Pietro Morone. Bilbilitano es el escultor Pedro Martínez, quien también abrió obrador en la ciudad de Marcial. Contrató el retablo mayor de La Muela, trabajó en el retablo mayor de la catedral de Barbastro y en el de la de Tarazona. En Zaragoza trabajaron profusamente Jacques Rigalte y sobre todo su hijo Juan Rigalte, o Jerónimo de Mora. En el sur de Aragón, siguiendo el estilo del último Yoly, trabaja Cosme Damián Bas, que renovó el lenguaje figurativo de su maestro Gabriel Yoly en el retablo mayor de la catedral de Albarracín.

La gran demanda de proyectos de escultura hizo que en Aragón se recurriese en 1557 al antiguo oficial de Forment, Arnau de Bruselas que estaba trabajando en La Rioja. Se le pidió que hiciese una obra de gran interés: la decoración del trascoro de la seo de Zaragoza. Hizo los relieves del tramo de los pies y el grupo del Calvario, ensayando posturas manieristas en el grupo del martirio de San Vicente donde también demostró un perfecto estudio anatómico del desnudo, antecedente de lo que sería años después la corriente romanista. Pero Arnau de Bruselas no se afincó en Aragón y terminado su trabajo, regresó a La Rioja en 1560. También acudieron a satisfacer la cantidad de obras requeridas los navarros Pedro González de San Pedro, Nicolás de Berástegui y su hijo Juan de Berroeta, que se ocuparon entre 1571 y 1591 de la ejecución de la sillería del coro de la catedral de Huesca. Asimismo, fueron requeridos en Aragón los servicios del escultor romano Andrea Fortunato de Peregrinis.

En los últimos años del siglo XVI comenzó el lento proceso de cambio hacia la escultura romanista con la figura de Juan de Ancheta, quien terminó en 1571 las delicadas figuras del retablo de la capilla de los arcángeles de san Miguel, Gabriel y Rafael de la catedral zaragozana, mandada construir por el destacado financiero judeoconverso Gabriel Zaporta. La llegada del maestro vasco, formado en la escuela imaginera vallisoletana, dio un nuevo impulso a la escultura en Aragón, pues en Ancheta se unía el dinamismo expresivo de un Juan de Juni con la fuerza anatómica de raigambre miguelangelesca. Soberbio es su Cristo Crucificado del Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza (1570-1575).

La corriente flamenca que produjo tantas obras en el s. anterior, continúa ejerciendo su influjo en la pintura renacentista aragonesa. Pero, simultáneamente, se deja de sentir la influencia de Toledo. Las figuras principales del s, XVI son Pedro de Aponte, Cossida y el flamenco Rolan de Mois. A Pedro de Aponte se le atribuye el famoso retablo de Bolea.

El Barroco produce en Aragón una obra importante llena de sentido religioso: el Pilar de Zaragoza, cuya grandeza ensombrece las restantes iglesias barrocas zaragozanas El primer plano se debe a Francisco Herrera el Joven, que proyectó el templo de planta rectangular y con una torre en cada esquina. Comenzado en 1621, no se terminó hasta 1725, por obra de Buenaventura Rodríguez Tizón, conocido como Ventura Rodríguez, quien reformó su interior haciéndolo neoclásico y descentrando el templo en 2 polos: la Capilla de la Virgen y el altar mayor. El edificio se remata con 4 medias cúpulas y otra elíptica sobre el crucero, resultando un conjunto bastante singular. Al estilo barroco pertenece la fachada de la Seo y su torre, trazada por el italiano Giovanni Battista Contini.

No se puede terminar este bosquejo del arte aragonés sin hablar de un pintor genial de esta tierra: Francisco de Goya y Lucientes. Interminable sería citar la extensa obra que produjo en su larga vida. Valga decir que la pintura de Goya reboza modernidad, pues es a veces impresionista, como en “San Antonio de la Florida”; puntillista, como en “La lechera de Burdeos”, y expresionista en sus “Disparates”, que tanto tienen, también, de surrealistas. En Goya reside, pues, el germen de la pintura moderna

Araldi, Alessandro, pintor italiano (Parma, 1460 – 1528)

Sus obras iniciales revelan la influencia de Mantegna y de la escuela de

Ferrara. Sus frescos del convento de San Paolo en Parma denotan su conocimiento de la pintura romana contemporánea y de la obra de Pinturicchio, Costa y Francia.

Uno de los más importantes maestros activos en Parma antes de la aparición de Correggio.

No se tienen noticias de su formación artística, aunque en sus primeras obras (frescos del Duomo de Parma con la Virgen con el Niño, San José y donante, datado en 1496) es evidente su relación con el estilo de Mantegna y los artistas vénetos en general, aunque los principales artistas parmesanos contemporáneos suyos (Filippo Mazzola, padre del Parmigianino, y Cristoforo Caselli) se formaron en el ambiente belliniano.

A partir del 1500 trabajó preferentemente para el monasterio benedictino de San Paolo: realizó los frescos del coro de la iglesia abacial (perdidos) y tras un probable viaje a Roma (hacia 1510), la decoración de la Capilla de Santa Catalina de Alejandría y algunas estancias de los apartamentos de la abadesa (1514) en los que muestra influencia del Pinturicchio, Francesco Francia y Lorenzo Costa el Viejo.

Intentó imitar el estilo de Leonardo da Vinzi (en 1516 realizó una copia de la Última Cena). Su influencia es evidente en la tabla de altar que realizó para la Capilla Centoni en el Duomo de Parma (1516).

Contrajo matrimonio con Paola de Plombo, con la que tuvo cuatro hijos entre 1488 y 1493, aunque todos ellos murieron antes que él. Tuvo relaciones con ilustres personajes de su época tales como Lodovico Gonzaga, marqués de Mantua, Aristotile Zucchi y Bartolomeo Roxeto. En 1503 dio como esposa a Filippo Porzioli a su hija de quince años, Orselina. En 1514 recibió seis ducados de oro y nueve sueldos imperiales por la realización de un cuadro para Cristoforo Torelli. En 1516 pintó para la iglesia de Casalmaggiore una tabla firmada y fechada con San Roque entre San Sebastián y San Pablo Ermitaño.

Obras suyas son un fresco con los santos Sebastián y Roque, iglesia de San Giovanni Battista, 1505-1507, Gaiano (Parma), la Virgen con el Niño y los Santos Francisco y José, 1520, Heiligenkreuz; Anunciación, 1514, iglesia del Carmine, Parma; Última Cena, 1616, Convento de San Paolo, Parma; Cámara de los Grutescos, 1514, Convento de San Paolo, Parma; Disputa de la Santa, 1524, Convento de San Paolo, Parma, etc.

Arancio, Juan, pintor, dibujante e historietista argentino (Santa Fe, 1931 – 2019)

Es reconocida su trayectoria laboral en importantes revistas, ilustrando argumentos propios por ej.: Corso Pete, Puño de Hierro, Poncho Negro, Vida Escolar; temas gauchescos: Intervalo, El Tony, Anteojito, Clarín, como así también a autores clásicos de la literatura universal.

La historieta “Juan Chiviro” fue publicada en el diario “El Litoral” de la ciudad de Santa Fe en forma de tira diaria y en diario “Clarín”, la historieta “El Chumbiao” y “El Capitán Ontiveros” del 1967 a 1973.

En el exterior formó parte del staff de los Estudios Fleetway de Inglaterra, estudios Walt Disney de Estados Unidos y editorial Scorpio de Milán.

Ha realizado exposiciones de sus tintas en: España (también sus Oleos), Francia, Italia, Japón, Canadá Universidad de Austin (Texas), y Universidad de Pittsburg (Estados Unidos), Alemania y Paraguay.

Sus Oleos fueron expuestos en el Salón del Congreso Nacional en dos oportunidades, en ATC (Arg. Televisora Color) en Capital Federal y han recorrido numerosas ciudades de nuestra provincia, de Entre Ríos, Buenos Aires, San Luis, Córdoba, Tucumán, etc.

En Santa Fe ha realizado exposiciones en el Museo Provincial de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” y en el Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”.

El escenario del Festival Folclórico “El Agua y el Canto”, el Festival Folclórico de Santa Rosa de Calcines, la Sala de la Cultura de Formosa, la Sala Cultural de Pilar (Santa Fe), la Biblioteca del Barrio San Agustín, la Sala de Plástica de la Escuela Monseñor Zaspe, y el aula de plástica del Instituto IPEI llevan su nombre.

Su obra en Oleo “La Fundación de Santa Fe” (dimensiones 2.30 x 1.60 mts) adorna la Sala de Sesiones de la Honorable Cámara de Senadores de nuestra ciudad y su obra “El Brigadier López”, tamaño natural engalana el Palacio Municipal.

En el lobby del Hotel Holiday Inn se encuentra su obra Punta Varadero, en técnica Oleo de 2 x 1.80 mt.

Ha ilustrado innumerables tapas de obras literarias de Autores santafesinos como por ejemplo Julio Migno, Gastón Gori, Danilo Doyharzábal, Norma Segades de Manías.

Gran parte de su obra ha sido reproducida sobre diferentes materiales tales como cristal, madera, cuero, cerámica, lienzo, etc. También es importante mencionar las tarjetas navideñas con motivos costeros que han recorrido el mundo representando nuestra idiosincrasia y los almanaques con reproducciones tanto en tinta como en óleo sobre soporte de tela, papel y cuero.

El prestigioso grupo “Mate Cocido” realizó un video documental sobre su vida y su obra.

Actualmente su encuentra en proceso de edición el libro “Vida y obra del artista Juan Arancio” en la UCALA – California (Estados Unidos), bajo la dirección del documentalista Jorge Preloran.

La colección “Escenas de Santa Fe la vieja”, serie de 18 obras históricas de patrimonio Provincial se expone de modo itinerante por la Provincia de Santa Fe.

La obra de Juan Arancio fue expuesta en numerosas oportunidades algunas de cuales se detallan a continuación:

1973 “La Ranchada de los Tordos”, Teatro Municipal, Santa Fe

1977 Dirección General de Turismo Santa Fe. Centro de Empleados de Comercio, Rafaela, Santa Fe.

1980 Instituto del Litoral de Estudios Nacionales, Santa Fe. Biblioteca Popular Mitre, María Susana, Santa Fe.

1981 Biblioteca Popular Sarmiento, Santa Fe. Museo de La Costa Regional y Tradicional San José del Rincón, Santa Fe. Salones de Organización Beta, Córdoba.

1982 Salón Alejo Peiret, Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Biblioteca Domingo Faustino Sarmiento, Ceres, Santa Fe. Residencia Ripamonti, Rafaela, Santa Fe. Sala Juan Cingolani, Santa Fe. Hotel Castellón, Esperanza, Santa Fe. Sindicato de Luz y Fuerza, Santa Fe.

1983 Museo Municipal de Artes Visuales, Santa Fe. Residencia Ripamonti, Rafaela, Santa Fe. Instituto de Educación Cooperativa, Lomas de Zamora, Buenos Aires.

1984 3er. Festival Juvenil de la Canción, Helvecia, Santa Fe. Mutual San Jorge, Santa Fe. Museo de Artes y Artesanías “Enrique Estrada Bello”, Santo Tomé, Santa Fe.

1985 Ciclo Cultural de Artes Plásticas, Ceres, Santa Fe. Hotel Castellón, Esperanza, Santa Fe. 5to. Salón de Pintura del Litoral Museo Provincial de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez”, Santa Fe. Museo de la Costa Regional y Tradicional “San José del Rincón”, Santa Fe.

1986 Salón Sociedad Italiana, Sa Pereira, Santa Fe.

1987 Museo Municipal Santiago Betbeder, Villa Mercedes, San Luis. Museo de Artes y Artesanías “Enrique Estrada Bello”, Santo Tomé, Santa Fe. Salones de ATC (Argentina Televisora a Color), Capital Federal. Salón Consulado de Italia, Capital Federal.

1989 Casa de América Latina, París, Francia. Municipalidad de Calchaquí, Santa Fe. Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez”, Santa Fe.

1991 Banco Coinag, Sucursal Santa Fe. Museo de Artes y Artesanías “Enrique Estrada Bello”, Santo Tomé, Santa Fe.

1992 Universidad de Pittsburg, Estados Unidos. Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”, Santa Fe.

1993 Club Social de Paraná, Entre Ríos. Sala Fundación Banco Bica, Reconquista, Santa Fe. Jockey Club, Santa Fe. Editorial “La Ley”, Capital Federal.

1994 Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”, Santa Fe Salón Primavera, Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”, Santa Fe. Jockey Club, Santa Fe. Asociación Artista Plástico Santafesinos.

1995 Salón Blanco Municipal, Esperanza, Santa Fe.

1996 XXII Feria Internacional del Libro, Capital Federal. Banco Institucional Paraná, Entre Ríos. Salón de Los pasos Perdidos, Congreso Nacional, Capital Federal.

1997 Exposición de Óleos, Palma de Mallorca, España. Banco de la Rivera, Villa Constitución, Santa Fe. Sala de Exposiciones “Barquillo”, Madrid, España.

1998 Sala de Exposiciones, Diario Clarín, Santa Fe. Salón de la Sociedad Española, Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Municipalidad e Carcarañá, Santa Fe. Fiesta Nacional de la Isla y del Habitante Isleño, Escobar, Buenos Aires.

2000 Mutual de Integrantes del Poder Judicial, Santa Fe.

2002 Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”, Santa Fe Retrospectiva, Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”, Santa Fe.

2004 Muestra Homenaje Organizada por la Asociación Cultural “La Reja de la Tapera” Secretaría de Extensión Universitaria y Asuntos Estudiantiles de la UTN Regional Santa Fe. Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”, Santa Fe.

2005 Muestra Homenaje Organizada por la Asociación Cultural “La Reja de la Tapera”, Secretaría de Extensión Universitaria y Asuntos Estudiantiles de la UTN Regional Santa Fe. SUM Comuna de San José del Rincón, Santa Fe. Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe.

Son innumerables los premios y las distinciones que ha merecido su obra, entre ellos pueden destacarse los siguientes:

1954 1er. Premio de Pintura Museo Municipal de Artes Visuales.

1973: Premio “Mejor Tapa Martín Fierro”, Filadelfia, Estados Unidos.

Premio Santa Clara de Asís. Distinción Bienal de Lucca (Italia). Distinción 1er. Ferroviario de bronce (Santa Fe).

1986 Premio San Nicolás de Bari.

1987 Homenaje del Consulado de Italia.

1989 Premio Brigadier López a la Excelencia Humana.

1990 Premio Acrópolis (Regional). Premio Jean Cartier (Regional).

1991 Distinción Carlos Pellegrini (Regional). Distinción Dr. Leoni (local). Distinción Paso del Salado (Regional).

1993 Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Santa Fe – Nombramiento otorgado por el Consejo Municipal Santafesino.

1998 Distinción la Tierra y su Gente.

1999 Distinción Orden del Poncho.

2000 Premio Club Santafecino de Servicio.

2004 Homenaje a su persona y trayectoria de Proyecto 3. Homenaje de la Asociación de Dirigentes de Empresas ADE Nombramiento Miembro Honorario de la UTN, Regional Santa Fe y Asociación Cultural “La Reja de la Tapera”.

Arcangeli, Francesco, crítico e historiador de arte y poeta italiano (Bolonia, 1915 – 1974)

Discípulo de Roberto Longhi, se especializó en el análisis del arte boloñés y emiliano desde el Trecento al Novecento y en la historia del arte moderno en Europa e Italia.

Se graduó en 1937 con Roberto Longhi, tuvo éxito en 1967 en la misma silla de Historia del Arte, Universidad de Bolonia.

Dirigió su investigación hacia dos vertientes distintas: el arte contemporáneo (con los principales estudios Morlotti, Morandi, Mandelli), y el arte moderno en Bolonia y Emilia-Romaña.

De 1958 a 1968 dirigió la Galería de Arte Moderno (Bolonia), enriqueciendo, gracias a los consejos de Mario De Micheli y Antonello Trombadori importante de las nuevas adquisiciones de obras de artistas de Bolonia (especialmente Giorgio Morandi), italiana e internacional.

Entre los más importantes de las obras de Sebastián Matta, Casarini Athos, Guttuso, Leoncillo, Corsi Carlo, Alberto Burri, Carlo Levi.

De gran importancia fue también la organización de exposiciones en Carracci (1956) y la pintura del siglo XVII, Emiliano (1959), ambas celebradas en Bolonia.

También es importante su labor como poeta y crítico literario, influido por Vittorio Sereni, Pier Paolo Pasolini y Bertolucci Attilio.

De su obra poética es una reminiscencia de los volúmenes de la época en polvo (Florencia, Vallecchi, 1943), Encantamiento de la ciudad, con un testimonio de Attilio Bertolucci (Bolonia, Alfa, 1984). Come critico letterario il saggio introduttivo a La línea d’ombra di Joseph Conrad (Milano, Bompiani, 1963). Como crítico literario, el ensayo introductorio a la línea de sombra de Joseph Conrad (Londres, Bompiani, 1963).

Arcangelo di Cola, pintor italiano (activo entre 1416 y 1429)

Formado en su provincia natal, Camerino, su obra denotó con posterioridad el conocimiento del arte de Gentile da Fabriano, de Masaccio y de Fra Angélico. No obstante, la huella del arte de Florencia marcó siempre su producción.

Está documentado desde 1416 hasta 1429. Aprendiz de Gentile da Fabriano, llegó con él a Florencia en 1420, cuando se inscribió en los médicos y boticarios, la habitación en la que la empresa es también artistas alistados. En 1421 es el autor de un retablo perdido en Santa Lucía dei Magnoli. Durante este período sufre la influencia florentina humanista de Masaccio y Fra Angélico.

Obras suyas son “Madonna entronizada con el Niño y dos ángeles”, Camerino, Pinacoteca (trabajo hecho para la iglesia de San Francesco di Camerino), (1.428 hasta 1.429) y los frescos de la Iglesia del Crucifijo de Pioraco.

Es más conocido por un tríptico (1425) pintado para el Monastero dell’Isola en Marche. En 1899, la pieza fue desmembrada y vendida.

Arce, José de, escultor español (Flandes, hacia 1600 – Sevilla, 1666)

Probablemente nacido en tierras flamencas hacia 1600. Se encontraría en España en 1635; un año después se halla en Sevilla donde muere en 1666. Contrajo dobles nupcias: en 1641 casó con María de Arce y nueve años después en Jerez de la Frontera, con Margarita de Meneses.

Escultor de gran mérito y acreditada fama, su obra representa el triunfo de la estética barroca, cuyas raíces formativas hay que buscarlas en el italiano Bernini y sobre todo en Rubens. Y para el arte sevillano supone la penetración de las fórmulas del barroquismo pleno, contrapuesto al arte de Alonso Cano, signado por la conjunción manierista-barroca. Es interesante señalar su relación con Duquesnoy. Discípulo suyo fue el escultor Andrés Cansino; su huella artística fue muy extensa y profunda.

En 1637 concertó el Apostolado del retablo mayor de la Cartuja de Jerez de la Frontera, en madera policromada, encontrándose la fecha de 1639 en una de las figuras; desde 2006 pueden admirarse adosadas a las columnas de la nave central de la Catedral de Jerez de la Frontera.

En 1638 se decidió la sustitución del proyecto de pinturas para las calles laterales del retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Jerez de la Frontera, Martínez Montañés que era el encargado de la realización completa del retablo, le traspasó en 1641 la obra para la elaboración de los cuatro relieves, referentes a la Natividad, la Epifanía, la Anunciación y la Purificación, así como las figuras de San Juan Bautista y San Juan evangelista y los Arcángeles Gabriel y Rafael, todo en madera policromada, la obra quedaría terminada tres años después. El conjunto del retablo constituye una obra de extraordinaria valía, en las que combinan muy acertadamente las obras de Arce y Montañés.

El 22 de junio de 1655 en Sevilla acordó con el indiano cacereño capitán Francisco Martín Carrasco la hechura de un Santo Cristo atado a la Columna, y así lo hizo, tratándose de la primera talla barroca de esta iconografía hecha en la capital hispalense. Carrasco haría donación de esta imagen a la cofradía cacereña de la Santa Cruz de los Disciplinantes, con la que procesionó hasta 1913. Hoy, recibe culto en la iglesia del Espíritu Santo de Cáceres y, por cesión de la Ilustre Cofradía de la Santa y Vera Cruz, como ‘Señor de la Columna’ sale en procesión cada Jueves Santo con la Pontificia y Real Cofradía del Espíritu Santo, Cristo del Humilladero y Mª Corredentora, fundada en 1493. En 1657 se le abonaron cantidades por la obra de ocho figuras en piedra, de gran tamaño, cuatro representando a los Padres de la Iglesia y otras cuatro a los Evangelistas, que se hallan colocadas en tribunas altas de la Iglesia del Sagrario (Sevilla). Diez años más tarde, su viuda cobraba de la fábrica de la catedral diversos créditos por dichas obras.

Algunas obras se le han atribuido, por ejemplo, bustos relicarios, en la iglesia de la Merced de Cádiz; Virgen de las Angustias y San Bruno, en la Catedral de Cádiz; Crucificado y obispo cartujo, en la Cartuja de Jerez; Jesús Nazareno en el Convento de la Concepción, Lebrija; Relieves, esculturas del retablo del Bautista, Convento de Santa Paula, Sevilla y la famosa imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas de Sevilla perteneciente a la Hermandad de La Estrella (Sevilla).

Archena

Municipio de la provincia de Murcia (España), donde se han hallado restos de cultura argárica, ibérica, romana (termas y epígrafes) e islámica. Destaca en la cerámica islámica pintada el grupo llamado “Elche – Archena”, que se extiende por las provincias de Albacete, Alicante, Almería y Murcia, con yacimientos de interés en Cabeza del Tío Pío, La Alcudia, Torsal de Manises, El Cogarralejo, Cabecico del Tesoro, etc. Los motivos decorativos más típicos son los vegetales, los zoomorfos (Diverzas clases de animales), los humanos (por ejemplo, el famoso “vaso de los guerreros”) y los humanos mitológicos (personajes con una o dos alas y una paloma en la mano). La fecha más probable del grupo “Elche – Archena” abarca desde fines del s. III a. de J.C. hasta la mitad el s. I d. de J.C,

Archer, Thomas, arquitecto británico (Tanworth-en-Arden, Warwickshire, 1668 – 1743)

Fue un arquitecto de estilo barroco inglés, cuyo trabajo quedó algo eclipsado por el de sus contemporáneos John Vanbrugh y Nicholas Hawksmoor.

Archer estudió en la Universidad de Oxford. Amante de los viajes, fue influenciado por los trabajos de Bernini y de Borromini. Entre sus iglesias cabe destacar las de St. John’s, Smith Square en Westminster, dañada gravemente en la Segunda Guerra Mundial, St Paul’s, Deptford y St Philip, Birmingham; ahora catedral de Birmingham. Entre sus trabajos seculares se incluyen la Roehampton House en Surrey y la Cascade House.

Archigram Group

Fue un grupo creado en la década de 1960 —principalmente en la Asociación de Arquitectura de Londres-. Enmarcado en el antidiseño, era futurista, antiheroico y pro-consumista, inspirándose en la tecnología con el fin de crear una nueva realidad que fuese expresada solamente a través de proyectos hipotéticos.

En los comics arquitectónicos, plagados de fantasía, del grupo inglés Archigram se presentaron modelos de ciudades tanto serios como desenfrenadamente divertidos y utópicos, concebidos para una civilización globalizada. La estética de Cabo Cañaveral se unía con el happening y la cultura popular de la vida diaria.

Los principales miembros del grupo fueron: Peter Cook, Jhoana Mayer, Warren Chalk, Ron Herron, Dennis Crompton, Michael Webb y David Greene inventaron el nombre de “Archigram” que sugería mensajes breves, concisos y fáciles de retener, en relación con la arquitectura. Su medio principal era una especie de revista underground, que comenzó a publicarse en lapsos irregulares de tiempo a partir de 1961. Mientras que la revista al principio solo circulaba entre grupos e iniciado, si bien entre ellos pronto se convirtió en toda una institución, el grupo se dio a conocer en la primera exposición conjunta “living city” celebrada en el instituto de arte contemporáneo de Londres en 1963.

En el panfleto Archigram I publicado en 1961 exhibieron sus ideas. Encargados de realizar una infraestructura ligera, con tecnología de punta, enfocada hacia la tecnología de supervivencia, experimentaron con tecnología clip-on, medios desechables, cápsulas espaciales y con la imaginería del consumo masivo. Sus obras ofrecían visiones seductoras de una glamourosa era futura de las máquinas; sin embargo, los temas sociales y ambientales fueron dejados de lado.

Las obras de Archigram basaban su sesgo futurista en la obra del arquitecto italiano Antonio Sant’Elia. Richard Buckminster Fuller fue también una importante fuente de inspiración. Los trabajos de Archigram sirvieron, a su vez, como fuentes de inspiración de trabajos posteriores como el Centro Georges Pompidou, hecho en 1971 por Renzo Piano y Richard Rogers en París, así como la obra de Gianfranco Franchini y Future Systems.

Archigram se convirtió en el protagonista de una nueva filosofía urbana, que sintetizaba el Pop Art contemporáneo con la estética de la ciencia ficción.

Algunos proyectos famosos de Archigram Group son:

Plug-in-City Erase una mega-estructura que no poseía construcciones, tan sólo una armazón de gran tamaño en la cual podían encajarse habitaciones en forma de celda o componentes estandarizados. La máquina comenzaba a funcionar y la gente era el material bruto a procesar en donde, en teoría, debía la gente disfrutar la experiencia. El proyecto fue desarrollado entre 1962 y 1966, proponiendo una ciudad que evolucionase con sus habitantes-usuarios. Cada elemento tenía una durabilidad; la estructura tubular base; 40 años, las cápsulas varían según su programa, desde los 6 meses de espacio en una tienda hasta los 5-8 años de dormitorios y salones. Las cápsulas de vivienda estaban ubicadas en la estructura en forma de A para obtener iluminación y facilitar el acceso, el espacio interior que se genera es ocupado por comercio. Estaban previstas diferentes vías de transporte cualificadas por velocidad, transporte vertical de mercancías mediante grúas y escaleras mecánicas para peatones. En lo alto un globo inflable se activa con el mal tiempo. Las unidades de universidad fueron más detalladas; mostrando su evolución en el tiempo desde cápsulas que funcionan como aulas hasta un espacio público amplio y pequeñas cápsulas de vivienda.

The Walking City, Ron Herron, 1964: La Walking City (ciudad caminante) fue una idea propuesta por el arquitecto británico Ron Herron en 1964. En un artículo de la revista avand-gard Archigram, Ron Herron propuso construir masivas estructuras robóticas movibles, que pudiesen deambular por el mundo, teniendo inteligencia propia, trasladándose a donde fuese que sus habilidades manufactureras fuesen necesarias. Varias ciudades movibles podrían conectarse entre ellas mismas para formar “Walking Metroplies” (Metrópolis Caminantes) y separarse en el caso de que su fuerza conjunta ya no fuera necesaria. Edificios o estructuras individuales también pueden ser móviles, moviéndose siempre que su propietario quería o necesidades dictado; también eran movibles en el caso que su dueño quisiera. Esta era una ciudad que salía caminando sola. Es decir, en la noche, mientras todos dormían, unas patas se le desprendían desde abajo y emprendía su viaje.

The Instant City, Jhoana Mayer (1969): El proyecto fue propuesto por Jhoana Mayer ya en el año 1950, y es notable cómo ella desde esos antiguos tiempos pudo revolucionar la arquitectura de esa época. Jhoana Mayer fue la única revolucionaria que tuvo ideas futuristas del año 2010, en el año 1950. Ella propuso una serie de infraestructuras itinerantes que aportasen las posibilidades culturales de las grandes ciudades en áreas periféricas, apoyándose en los avances tecnológicos. El gran desarrollo de las ciudades genera en pueblos o núcleos más pequeños una doble reacción de protección de sus tradiciones culturales y sentimiento de inferioridad ante la apariencia brillante de los habitantes de la ciudad. La ciudad instantánea busca aportar temporalmente un foco cultural que Jhoana Mayer deseaba y de ocio en estas áreas periféricas y fomentar el desarrollo de iniciativas estables en cada una de sus ubicaciones, generando una más amplia red cultural. Jhoana Mayer fomenta la cooperación y la creatividad de los usuarios, también obligando a desperezarse mentalmente. Ella dijo: “Se establecen contactos con los recursos culturales de cada área y se desarrollan múltiples eventos”.Archipenko, Aleksander, escultor ruso (Kiev, 1887– New York, 1964)

Estudió pintura en Kiev y en Moscú. A partir de 1908, residió en París y se vinculó a los artistas de vanguardia (Fernand Léger y los cubistas). Desde 1923, se estableció en Nueva York. Sus obras juegan en el espacio con la alternancia de lo cóncavo y lo convexo y otorgan a la contraposición de líneas opuestas (rectas y curvas, verticales y oblicuas) una dinámica de resultados plásticos rítmicos. A partir de 1914, creó la escultura pictórica, género en el que aplicaba a la escultura los principios del cubismo. En ella, con materiales de la naturaleza y colores diferentes, procuró establecer un enlace armónica entre el relieve y las tonalidades. Su etapa más creativa corresponde a la década de 1910.

Después de 1910, expuso en el Salon des Independants, Salon D’Automne junto a Aleksandra Ekster, Kazimir Malévich, Vadim Meller, Sonia Delaunay-Terk así como Pablo Picasso, Georges Braque, André Derain.

Su primera exposición individual se realizó en el Museo Folkwang de Hagen (1912).

Durante el periodo 1912-1914 Archipenko enseñaba en su propia escuela de arte en París.

En 1913 sus obras aparecieron en el Armory Show de Nueva York. En 1914 se trasladó a Niza.

Tras la Primera Guerra Mundial participó en la XII Bienal de Venecia (1920), y se trasladó a Berlín donde, en 1921, abrió su propia escuela. Al año siguiente participó en la Primera Exposición de Arte Ruso en la Galería van Diemen de Berlín, junto a Aleksandra Ekster, Kazimir Malevich, Solomon Nikritin, El Lissitzky y otros.

1923 es el año en el que emigró a los Estados Unidos, adquiriendo la ciudadanía estadounidense seis años más tarde.

Diseñó el Pabellón Ucraniano en Chicago (1934).

Participó en una exposición Cubismo y Arte Abstracto en Nueva York (1936), interviniendo en otras exposiciones, tanto en Europa como en los Estados Unidos.

Asociado con el cubismo, Archipenko se alejó de la escultura neoclásica de su época y usó el espacio negativo para crear una manera nueva de mirar a la figura humana, mostrando simultáneamente una serie de puntos de vista del sujeto. Se le conoce por haber introducido vacíos escultóricos, y por su invención de mezclar géneros a lo largo de su carrera: diseñando esculto-pinturas, y más tarde experimentando con materiales tal como acrílico claro y terracota.

Entre su producción son de mencionar sus escultopinturas: Mujer andando (1912) Carrousel Pierrot (1913) Medrano II (1913-1914) Encuentro de boxeo (1914) Gondolero (1914) Motivo egipcio (1917) La reina de Saba (1961)

Entre las colecciones públicas en las que pueden verse obras de Archipenko se encuentran: En Estados Unidos: la Galería Addison de Arte Americano (Andover, Massachusetts, el Instituto de Arte de Chicago, el Museo de Arte Mary and Leigh Block (Universidad del Noroeste, Illinois), el Museo de Arte de la Universidad Brigham Young (Utah), los Museos de Bellas Artes de San Francisco, el Museo Guggenheim de Nueva York, el Museo Hirshhorn y Jardín de Esculturas (Washington D.C.), la Academia de Arte de Honolulu, Museo de Arte de la Universidad de Indiana (Bloomington), el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, el Museo de Arte Maier (Randolph-Macon Woman’s College, Virginia), el Museo de Arte de Milwaukee, el Museo de Bellas Artes de Montgomery (Alabama), el Museo de Bellas Artes de Boston, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (Nueva York), el Centro de Escultura Nasher (Dallas, Texas), la Galería Nacional de Arte (Washington D.C.), el Museo de Arte de Carolina del Norte, el Museo Norton Simon (Pasadena, California), la colección Phillips (Washington D.C.), el Museo de Arte de Portland (Maine), el Museo de Arte de San Antonio (Texas), el Museo de Arte de San Diego (California), la Galería de arte Sheldon Memorial (Lincoln, Nebraska), el Museo de Arte Norteamericano Smithsoniano (Washington D.C.) y el Centro de Arte Walker (Minnesota). En Europa, el Museo del Hermitage, los Museos Nacionales y Galerías de Gales, la colección Peggy Guggenheim (Venecia), el Museo Städel (Fráncfort del Meno), la Tate y el Museo Von der Heydt-Museum (Wuppertal, Alemania). En Asia, el Museo Chi-Mei (Taiwan) y el museo de Arte de Tel Aviv.

Arcimboldo, Giuseppe, pintor y escenógrafo italiano (Milán, hacia 1527 – 1593)

Su fama se debe, sobre todo, a sus originales retratos y alegorías, cuya nota predominante es la singular relación entre la materia pictórica y el tema representado. Son célebres sus retratos representados por frutas, legumbres, peces, aves, raíces, etc., o incluso disimulados bajo la apariencia de un paisaje. Entre sus cuadros más característicos se encuentra las figuras alegóricas de las 4 estaciones (Museo de Viena) a base de vegetales propios de cada una de ellas. El gusto y el estilo de este artista recuerdan la obra surrealista, por lo que ha sido revalorizada por algunos críticos que le han considerado como un precursor.

Era hijo de Biagio, un pintor que trabajó para la construcción de la escuela de pintores en la catedral Le encargaron a Arcimboldo diseños para vidrieras, a partir de 1549, incluyendo la Historias de Santa Catalina de Alejandría en la catedral. En 1556 trabajó con Giuseppe Meda en frescos para la Catedral de Monza. En 1558, pintó el cartón para un gran tapiz de la Dormición de la Virgen María, que hasta el día de hoy cuelga en la catedral de cómo.

Estuvo al servicio de los Habsburgo entre los años 1560 y 1587. Se supone que trabajó también en la Italia meridional y que tuvo un taller propio y discípulos en Roma.

En 1562 se convirtió en retratista de corte de Maximiliano II en la corte Habsburgo de Praga. Fue también el decorador de corte y diseñador de trajes. El rey Augusto de Sajonia, que visitó Viena en 1570 y 1573, vio la obra de Arcimboldo y le encargó una copia de sus Cuatro estaciones que incorporara sus propios símbolos monárquicos.

En Praga trabajó también para Rodolfo II (emperador desde 1576 hasta 1612) en su corte de Praga y se le considera el Leonardo da Vinci de la corte bohemia, diseñador de aparatos hidráulicos milagrosos (un poco como su coetáneo en la corte española Juanelo Turriano) y de instrumentos musicales fantásticos: en este sentido puede decirse que trabajó para el emperador Rodolfo II reemplazando la figura del viejo Juanelo, cuyos inventos, experimentos diversos y aparatos mecánicos impresionaron al joven Rodolfo durante su estancia en la corte de su tío, el rey español Felipe II.

Su obra convencional, consistente en pinturas tradicionales del género religioso, ha caído en el olvido. No ocurre lo mismo con sus caprichos alegóricos, cuadros en los que las naturalezas muertas, los conjuntos de flores, frutas, mariscos o peces, crean figuras simbólicas. En efecto, estos retratos pre-surrealistas de cabezas humanas hechas de verduras, frutas y raíces, fueron muy admirados por sus contemporáneos y aún hoy suscitan fascinación. Los críticos de arte están debatiendo actualmente si estas pinturas eran caprichosas o el producto de una mente trastornada.

Cuando el ejército sueco invadió Praga en 1648, durante la Guerra de los Treinta Años, saquearon muchas pinturas de Arcimboldo que estaban en la colección de Rodolfo II.

Sus obras pueden encontrarse en el Kunsthistorisches de Viena, en el Castillo de Ambras en Innsbruck, el Louvre en París, así como en varios museos de Suecia. En Italia, su obra está en Cremona, Brescia, y en la Galería de los Uffizi de Florencia. El Wadsworth Atheneum de Hartford, Connecticut, el Museo de Arte de Denver, Colorado y el Candie Museum en Guernsey también tienen pinturas de Arcimboldo. En España, se encuentra un solo cuadro de Arcimboldo: La Primavera, de un grupo de las Cuatro Estaciones (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid).

Las extrañas obras de Arcimboldo, especialmente sus imágenes múltiples, fueron redescubiertas a principios del siglo XX por artistas surrealistas como Salvador Dalí. La exposición El efecto Arcimboldo que se celebró en el Palacio Grassi de Venecia (1987) incluyó numerosos cuadros de doble sentido. La influencia de Arcimboldo puede verse igualmente en la obra de Shigeo Fukuda, István Orosz, Octavio Ocampo, y Sandro del Prete, así como en películas de Jan Švankmajer.

Obras suyas son Series de las Estaciones o de los Elementos (1563, 1566, Viena, Kunsthistorisches y Louvre). Primavera, (1563), Verano (1563), Invierno (1563), El fuego, (1566), El agua (1563-64), óleo sobre tabla, M. º Kunsthistorisches, Viena; Primavera, Verano, Otoño e Invierno, (1573), óleo sobre tabla, M. º Louvre, París. Primavera, óleo sobre tabla, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid; El bibliotecario, (1566), óleo sobre lienzo, El abogado, (1566), óleo sobre lienzo, Retrato de Rodolfo II en traje de Vertunno (1591), óleo sobre tabla, Castillo de Skokloster, Suecia El puchero de legumbres. Retrato del emperador Rodolfo II (1590). Ortaggi in una ciotola o l’Ortolano, óleo sobre tabla, Museo Cívico “Ala Ponzone”, Cremona; Autorretrato (h. 1575), dibujo, Museo Nacional, Praga; Carnet di Rodolfo II, 148 dibujos, Gabinete de dibujos y estampas de la Galería de los Uffizi, Florencia; Autoritratto cartaceo (L’uomo di lettere), (1587), dibujo, Gabinete de los dibujos y las estampas del Palacio Rosso, Génova.

Arciniega, Claudio de, arquitecto español (Arciniega, 1527 – México, 1593)

Emigró a México donde construyó la universidad en colaboración con Melchor Dávila.

La personalidad de la mayoría de los arquitectos españoles que pasan a Nueva España en el siglo XVI nos resulta insuficientemente conocida, es más lo que sabemos acerca de las obras mismas que de sus propios autores. De la vida de Arciniega se sabe muy poco: que nació alrededor de 1527, probablemente y según se deduce de su apellido en la villa alavesa de Arciniega, que en España trabajó también en Madrid y Guadalajara, encontrándose en México poco después de mediar el siglo y que disfrutó de una gran estimación entre sus contemporáneos. Cervantes de Salazar le llama arquitecto excelente. Y, en efecto, a su cargo debieron estar importantes obras, pues en 1578 se le otorga el nombramiento de obrero mayor de la Nueva España.

La catalogación de las obras que realiza en México es problemática y pues conocemos documentalmente obras hechas por él que se han perdido y sabemos de otras en las que interviene, pero que experimentaron cambios después de su muerte, acaecida en 1593. Arciniega es el autor de la traza de la catedral de México, aunque el edificio se terminó años después de su muerte. En 1570 era maestro mayor de la catedral; este nombramiento sería reciente, pues aunque la primera piedra se puso en 1563 las obras se interrumpieron hasta volverse a reanudar por estos años. De esta actividad en Nueva España poseemos algunos datos que nos muestran con toda evidencia que Arciniega fue uno de los arquitectos de su tiempo más solicitados en México. Parece ser que intervino en el Hospital de la Concepción y, en los desaparecidos Hospital Real de Indios y de Convalecientes, y que siguiendo sus trazas se hicieron los conventos de Santo Domingo y San Agustín, así como otras noticias nos informan acerca de su labor en la catedral de Puebla.

Es extraño que no tengamos grandes conocimientos biográficos del arquitecto más prestigiado durante la segunda mitad del siglo XVI. El primer conflicto es saber su verdadero apellido, los autores lo escriben indistintamente como Arciniega o Arziniega, y aunque parece ser que el correcto es Arciniega, el mismo Claudio siempre firmó como Arziniega. Si es Arciniega la familia parece descender del antiguo linaje vasco, radicado en la villa de Arciniega, en la provincia de Álava.

De su familia solo sabemos de sus hermanos que también pasaron a la Nueva España: Catalina (1536) y Luis (1537). Claudio se casó con María de Rojas en fecha desconocida. Sabemos que habitó en San Antón (San Antonio Abad) y Estapalapa (Ixtapalapa) en 1565. Su fecha de fallecimiento podemos situarla entre el 29 de abril de 1592 y el 19 de agosto de 1593, cuando Diego de Aguilera es nombrado su sucesor.

De su obra podemos mencionar lo siguiente: Desde 1541, Claudio Arciniega residió en Madrid, donde trabajo en el Alcázar. Pasan trece años antes de volver a saber de él, esta vez con su llegada a la Nueva España en 1554. Trabajo en Puebla de 1554 a 1558, donde estuvo a cargo las obras públicas como maestro de cantería. Hacia 1558 pasa a la capital, al año siguiente realiza la obra que debe haberle dado mayor prestigio antes de su intervención en la catedral: el Túmulo Imperial para las honras fúnebres de Carlos V. También se tienen noticias en 1570 de que reedifico el Colegio de Niñas y que realizó la iglesia de San Antonio Abad. Obviamente su obra más importante es la catedral de la ciudad de México, misma que fue trazado por Claudio antes de 1567, para comenzar a edificarla en 1573 y continuar hasta su muerte en 1593.

Arción

Es un término arquitectónico que designa un ornamento ampliamente utilizado en la Arquitectura de la Edad Media

Se trata de un dibujo de líneas enlazadas que, imitando las mallas de las redes, era utilizado por los arquitectos medievales en sus construcciones con fines decorativos, pero también simbólicos.

Los maestros constructores y talladores lo empleaban para simbolizar la unidad bajo un principio de estructura y armonía superior.

Por la complejidad de su elaboración, los arciones solían ser ejecutados por los maestros escultores más destacados. Generalmente se tallaban en los capiteles de las columnas exteriores de las construcciones religiosas.

Arco

Elemento arquitectónico que, como el arquitrabe, sirve para salvar un vano abierto en un muro. Respecto al arquitrabe tiene, sin embargo, la ventaja de no estar condicionado por la longitud de los elementos arquitectónicos horizontales existentes en la naturaleza (viga, piedra, etc.) y de poder soportar mejor que aquellos la carga que sobre él gravite. Esta presión se descarga, incluso, en el interior de muros continuos o sobre arquitrabes, con el fin de protegerlos.

Hasta la aparición en el siglo XX de los arcos continuos. Los arcos estaban compuestos de diversos elementos. Algunos de ellos poseían denominaciones propias que se han ido comunicando en los diversos tratados de construcción. Los elementos principales que componen un arco de piedra son:

Salmer: Es la primera piedra de un arco adintelado, que sienta de plano sobre el machón cuya parte es y está con corte inclinado del lado del arco para recibir la primera cuña. Generalmente está decorado con una imposta.

Imposta: saliente o saledizo que separa los diferentes pisos de un edificio. Por regla general es un aparejo de sillares algo voladizo, a veces con moldura, sobre la cual va estribado en un arco o una bóveda. La imposta marca la línea divisoria entre un elemento arquitectónico que sustenta (columna, pilar o muro) y otro sustentado curvo (que puede ser un arco o bóveda). Es por esta última razón por la que a veces se denomina como línea de imposta (lineras molduradas horizontales). En el caso de los arcos la imposta es la parte decorativa que enlaza el elemento sustentador vertical, con la curva del arco. Ubicado a la altura del salmer. El salmer cumple las funciones de soporte, recibe la carga. La imposta es ornamento desde el que suele arrancar el arco. La imposta, por sí misma, no es capaz de sustentar las estructuras a cubrir.

Luz: Es la distancia entre las 2 jambas de un arco.

Flecha: Es la altura del arco que se mide desde la línea en que arranca hasta la clave.

Clave: Es la dovela central de un arco, o una bóveda. Suele ser de mayores dimensiones que las demás dovelas, y a menudo está decorada, pero no por razones funcionales sino estéticas.

La clave, al igual que las dovelas, se sustenta debido a la forma de éstas piezas, pues sus caras laterales, cortadas en ángulo, transmiten lateralmente parte de las tensiones, equilibrándolo, y evitando que se desplomen bajo una carga vertical. La tensión horizontal de la dovela inferior se transmite al muro o a otro arco, y la vertical se transmite al muro o a un pilar.

La última pieza que se coloca en la construcción de un arco es la clave. Hasta que ésta no se encuentra colocada en su lugar es necesario apear (sostener) las dovelas del arco, puesto que se encuentra inestable. Para ello se utiliza una cimbra, una estructura de madera, o metal, con forma de arco, que sustenta las dovelas, y sólo se retira una vez completado el arco, al colocarse la clave.

Dovela: Son las piezas en forma de cuña que componen el arco y se caracterizan por su disposición radial. Las dovelas de los extremos y que reciben el peso del arco, se llaman salmer (es la primera dovela del arranque). La parte interior de una dovela se llama intradós y el lomo que no se ve por estar dentro de la construcción, trasdós. El despiece de dovelas es la manera como están dispuestas las dovelas en relación con su centro. Cuando las dovelas siguen los radios de un mismo centro se llama arco radial aunque ese centro no siempre coincida con el centro del arco: es el arco visigótico. Cuando las dovelas se colocan horizontales hasta cierta altura se llama arco enjarjado: es el arco mozárabe.

Intradós: Superficie opuesta al extradós, que delimita el arco en su parte interior o cóncava.

Rosca: Es el espacio del arco delimitado por el trasdós y el intradós

Jamba: Cada uno de los elementos verticales de mampostería, ladrillo, piedra o madera que sostiene el arco.

Extradós o Trasdós: Superficie opuesta al intradós, que delimita el arco en su parte inferior o convexa.

Hay distintas clasificaciones dentro de los arcos. Estas son:

Por la cantidad de centros que poseen hay:

Arcos de 1 centro:

Arco adintelado: Tiene su intradós formado por un plano horizontal .Técnicamente es un arco de flecha nula y de radio infinito. El arco real de fuerza corresponde a un arco escarzano o rebajado. (Mientras el dintel no sea de una sola pieza, si está compuesto de varias piezas, no deja de ser arco.).

Arco adintelado en sardinel: formado con ladrillos en sardinel (en posición horizontal), inclinados progresivamente desde la clave hacia los hombros o arranques del arco

Arco rectilíneo o angular, en mitra: Formado por 2 lados de un triángulo isósceles cuyo vértice es el ápice del arco.

Arco de medio punto: Es la mitad de un círculo, es decir, su radio y flecha son iguales a la semiluz. Su centro está en la línea de arranques.

Arco peraltado: Su centro está sobre la línea de arranque y sus extremos se prolongan verticalmente. Su flecha es, mayor que la semiluz.

Arco rebajado o escarzano: Su centro está por debajo de la línea de arranque. Es un arco de circunferencia muy rebajado. Su radio suele tener una semiluz + 1/2 semiluz.

Arco de herradura: Es un arco de circunferencia mayor de 180 grados. Su centro está más arriba que la línea de arranque. Su radio es igual a la semiluz o algo menor. Arranca de unos puntos inferiores a los de arranque, por lo que los salmentes están en voladizo.

Arcos de 2 centros:

Arco apuntado: El que consta de dos porciones de curva que forman ángulo en la clave y cuyo intradós es cóncavo. Formado por 2 arcos de circunferencia iguales, de radio mayor que la semiluz, cuyos centros se sitúan simétricamente sobre la línea de arranque.

Arco ojival equilátero: Cuando los centros de los arcos coinciden con los arranques.

Arco ojival lanceteado: Ojival en el que los centros de los arcos de circunferencia están situados sobre la línea de arranques fuera de la luz.

Arco ojival rebajado: Ojival con los arcos situados en el interior de la luz.

Arco rampante o por tranquil: Es un carpanel simétrico que tiene los puntos de arranque a diferente altura. Se utiliza en contrafuertes y escaleras de volta

Arco georgiano: Arco adintelado, con la recta del intradós interrumpida por una semicircunferencia central de radio igual o menor que 1/4 de la luz.

Arco deprimido cóncavo: Arco adintelado cuya línea de arranque se divide en 4 partes iguales, trazándose los arcos desde las esquilas del dintel.

Arco deprimido convexo: Arco adintelado cuya línea de arranque se divide en 4 partes iguales, trazándose los arcos desde la mitad de la semiluz.

Arcos de 3 y 4 centros:

Arco carpanel de 3 puntos: Formado por dos arcos de círculo que tienen distinto radio. Se clasifican por el número de centros (de 3, 5, 7 ,9 y 11 centros). El número de centros se incrementa cuanto menor sea la flecha disponible.

Arco flamígero: De mayor flecha que el conopial. Construido sobre un triángulo equilátero de lados iguales a la luz. Es parecido al conopial, pero con mayor flecha.

Arco conopial: Tiene forma de quilla invertida y tiene trazado de 4 centros: dos arcos de cuarto de circunferencia cóncavos en los arranques y dos convexos en el centro, todos con radio igual a 1/4 de la luz. La flecha es igual a la semiluz.

Arco de gola: Los centros de los arcos inferiores convexos son también los centros de los arcos superiores. Parecido al escocés.

Arco escocés: Conopial en el que los arcos inferiores son los convexos y los superiores cóncavos, (a la inversa del flamígero.) Los centros de los arcos inferiores están al exterior de la luz.

Arco trebolado: Formado por la intersección de 3 circunferencias del mismo radio. Los diámetros de las circunferencias son menores que la semiluz y mayores que 1/3 de la luz.

Arco lobulado, acairelado o angelado: Arco con el intradós ornamentado a base de pequeños lóbulos que se cortan formando picos. Formado por varios arcos de circunferencias pequeñas de igual radio, cuyos centros se apoyan sobre una circunferencia auxiliar trazada desde el centro y de radio menor que el semiluz.

Arco Cuatribolado: Intersección de 4 circunferencias de igual radio.

Arco multibolado o quinquebolado: Intersección de 5 circunferencias de igual radio. Sobre un deprimido cóncavo se construye un triángulo isósceles de lado igual que el triple del radio elegido.

Arco festoneado cóncavo: Arco deprimido cóncavo coronado por un arco parecido al flamígero.

Por su posición en la estructura hay:

Arcos torales: Son los arcos centrales de un crucero que se encargan de soportar una cúpula, ya que se considera un toro al desarrollo circular del arranque del tambor de una cúpula o de esta si no lo tiene.

Arcos fajones: Los arcos transversales que fajan o dan estructura a una nave; en muchos casos a estos suele llamárseles torales por su coincidencia con los que soportan la cúpula.

Arcos formeros: Los arcos laterales longitudinales que dan forma y limitan la nave.

Arcos de rincón de claustro: Son los arcos ubicados en las esquinas de los pasillos de un claustro. Fue común en las construcciones conventuales del s. XVI.

Arcos esquineros: Son los arcos colocados en diagonal al vértice de 2 muros perpendiculares entre sí; esta solución se utilizó en la confluencia de 2 corredores perimétricos a un patio. A esta solución se la conoce como pata de gallo.

Arcos perpiaños: Los que corren de extremo a extremo de la estructura, generalmente resaltados a manera de cincho.

Arco triunfal: El arco que separa el presbiterio de la nave en las basílicas del Cristianismo. No debe confundirse con el arco de triunfo, ya que este último es levantado a un caudillo.

Archivolta: Sucesión de arcos de forma abocinado, decreciente en tamaño de exterior a interior, que aparece como característica del estilo románico, a veces ornamentado con esculturas.

Botarel o arbotante: Arco exterior que apuntala la bóveda en su arranque y transmite los empujes a un punto separado de la misma.

Arquería: Es el conjunto de arcos colocados unos después de otros, que se mantienen en equilibrio en virtud de que los esfuerzos se mantienen los unos a los otros.

El arco, además de ser un elemento arquitectónico es, a veces, una construcción independiente y, muy a menudo, monumental. Este es el caso de los puentes de arco, cuya luz puede ser amplísima, y cuya forma puede estar rebajada para disminuir la altura del puente o eludir la necesidad de abrir más ojos.

El arco apuntado fue empleado regularmente en las bóvedas de crucería, en las que desempeña un papel estructural de fundamental importancia; en el gótico francés se difunde poco a poco por el resto del edificio; en las grandes arcadas que dividen las naves, en las pequeñas galerías, en los biforios, en las altas ventanas. Transformado en elegante motivo de decoración, concurre más que ningún otro elemento a caracterizar la estructura gótica, contribuyendo con su perfil agudo, a subrayar el impulso vertical de la construcción.

En el curso del s. XIII, el gótico francés se introduce en Alemania, que adopta enseguida los nuevos elementos estructurales (sobre todo el arco apuntado y la bóveda de aristas), pero los interpretan de una forma absolutamente característica.

En la Catedral de Durham, obra maestra de la arquitectura románica anglo – normanda, se observan algunos elementos destinados a ser típicos del estilo gótico: los arcos agudos o apuntados y las bóvedas que, sin embargo, aquí se hallan ahogadas por enormes y espesos muros, muy lejos aún de la airosa característica de la arquitectura gótica.

Los arcos torales invertidos, adoptados en la Catedral de Wells, constituyen una original solución constructiva cuyo fin es reforzar los elementos de sostén del crucero. Al mismo tiempo, contribuye, más que ningún otro elemento arquitectónico, a caracterizar estilísticamente el interior de este rarísimo edificio.

Ejemplos de arcos de herradura se encuentran en la Mezquita de Córdoba (Andalucía, España), la cual se impone por la riqueza de sus columnatas realizadas con este estilo de arco.

Ejemplos de arco de medio punto se encuentran en la Catedral de San Pedro (Angulema, Francia, primera mitad del s. XII, Románico Francés).

A menudo se da el caso se hallar ábsides góticos adosados a naves románicas, o de bóvedas nervadas góticas apoyadas sobre arcos de medio punto en un tramo cuadrado.

Ejemplo de arco islámico es la Catedral de Monreale (Italia, Románico).

Arco triunfal

Este arco puede tener uno o varios arcos de paso, 2 o 4 frentes (tetrápilos).a veces con relieves o estatuas sobre el ático. Se discute su origen y función. Parecen puertas ornamentales de muralla o aisladas en un camino (dentro o fuera de una ciudad), generalmente en relación con un personaje. Los más antiguos fueron los realizados en Roma por L. Stertenius a su regreso a España (196 a. de J. C.). De la época se conocen casi un centenar. Los augusteos abundan en el Norte de Italia (Rimini, Verona, Aosta, etc.) y Sur de Francia (Saint – Rhémy y Carpentias). El de Orange es del año 21 d. de J. C. Muchos arcos triunfales de España (Bará, Medinacelli, Alcántara), África (Simbad, Lectis magna, Mactar), Italia (Ancona, Benevento) y Asia (Gerosa) fueron mandados a construir por Adriano y Trajano. Varios de los arcos de África datan de la época de los Severos. En roma destacan los de Tito, Septimio Severo y Constantino.

El arco de Tito fue elevado en honor del Emperador para celebrar la toma de Jerusalén en el año 70 d de J.C.

El arco de Constantino, cerca del Coliseo, fue construido en el año 315 para celebrar la victoria del emperador sobre Majencio. Muchas de las esculturas que lo ornan se extrajeron de otros monumentos. Es el arco más grandioso de toda la romanidad.

Ardemans, Teodoro, pintor, grabador, tratadista y arquitecto español (1661 – 1726)

De padre alemán, miembro de la guardia de corps en la que también él ingresó, inició su formación como pintor en el taller de Antonio de Pereda. A la muerte de este, cuando Ardemans contaba dieciséis años, debió de estudiar con Claudio Coello, según ponen de manifiesto algunas de sus obras pictóricas conservadas, aunque su dedicación principal iba a ser la arquitectura, que según Llaguno estudió junto con las matemáticas en el Colegio Imperial de Madrid, lo que cabe poner en duda pues el propio Ardemans no hace mención de ello al evocar sus comienzos, y es esta actividad la que le proporcionó mayor reputación.

Su trabajo como pintor se centra en los primeros años de su actividad conocida. En 1683, a poco de contraer su primer matrimonio con Isabel de Aragón, recibió el encargo de pintar el techo de las escaleras del Hospital de la Venerable Orden Tercera en Madrid, obra menor y puramente decorativa, y tres años después las pinturas al fresco acabado al temple de la sacristía de la capilla del Cristo de los Dolores, también de la VOT, con una apoteosis celeste entre arquitecturas fingidas conforme a la técnica de la quadratura introducida en Madrid por Agostino Mitelli y Angelo Michele Colonna.

De entre las escasas pinturas al óleo conservadas destaca una pintura de altar fechada en 1686 de la Virgen del Rosario con santa Catalina y santo Domingo (colección privada), en la que se revelan influencias de Coello y Carreño en composición y tipos humanos, pero con un color veneciano que es todavía de Pereda.

Establecido en Granada en 1688, y aun cuando su actividad principal fuera la de arquitecto, tuvo un duelo de retratos con Pedro Atanasio Bocanegra, según cuenta Antonio Palomino, del que salió vencedor tras hacer el retrato de su rival sin dibujo previo. Un retrato de Bocanegra en la catedral de Granada sería el realizado por Ardemans en aquella ocasión, aunque su autoría, dado el mal estado de su conservación, no ha sido confirmada.

En 1690 participó en las decoraciones festivas con motivo de la entrada de la reina Mariana de Neoburgo en Madrid, encargándose de la pintura de los jeroglíficos que debían figurar en la calle de los Espejos. Pero en 1701, con ocasión de la entrada de Felipe V, ocupado cada vez en mayor medida en tareas arquitectónicas, ya no será él quien ejecute las pinturas de los espacios escenográficos para los que, sin embargo, iba a proporcionar las trazas, como el del Monte Parnaso del que se conserva el dibujo en la Biblioteca Nacional de España.

No se conocen otras pinturas de Ardemans, excepto un pequeño Niño Jesús salvador del mundo en el convento del Cristo de la Victoria de Serradilla (Cáceres), firmado al dorso y de compleja iconografía, que podría datar de hacia 1704, pero consta por el inventario de sus bienes hecho a su fallecimiento que nunca abandonó la pintura, contabilizándose en él 23 obras de mano del difunto, entre ellas un retrato de Felipe V, un bosquejo de Alcides, dos paisajes y cuatro cuadros con niños con festones.

En el inventario se mencionaban también quince planchas grabadas a buril, de las que tres se decía habían sido hechas por él, un San Mateo, una tarjeta y algunos instrumentos de arquitectura, confirmando una relación con el grabado que comenzó con su participación en el frustrado proyecto de recoger en un libro los arcos y adornos conmemorativos de la entrada de la reina María Luisa de Orleans. En 1685, se publicó en Madrid la Historia de la Conquista de México, de Antonio de Solís, ostentando en su portada una estampa de J.F. Leonardo, según dibujo de Ardemans con el retrato en marco arquitectónico de Carlos II, y en 1704, el mismo año de su nombramiento como pintor de cámara, proporcionó el dibujo de un retrato ecuestre de Felipe V al frente de sus tropas grabado por Edenlick para la portada de la Sucesión del rey Felipe V Nuestro señor, en la Corona de España…, escrita por Antonio de Ubilla.

En 1688 obtuvo por oposición la plaza de maestro mayor de la catedral de Granada. Dos años después retornó a Madrid, encargándose interinamente de las obras de su Ayuntamiento como teniente de maestro mayor, hasta ser nombrado maestro mayor de ellas en 1700, ocupándose de la dirección de las obras de conclusión de la Casa de la Villa (portadas, patio y torres) y del cercamiento y puertas de la ciudad. El 21 de marzo de 1691, a la muerte de José Jiménez Donoso, también será elegido por el cabildo de la catedral de Toledo como maestro mayor de sus obras, aunque su intervención aquí debió de ser insignificante. Con el cambio de dinastía fue nombrado por Felipe V en 1702 maestro mayor de las obras reales, sucediendo en el cargo a José del Olmo, y en 1704 pintor de cámara sin gajes y ayuda de la furriera por fallecimiento de Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia. En su condición de maestro mayor de las obras de la corona trabajó en la rehabilitación del palacio de Aranjuez, casi abandonado desde tiempos de Felipe II, y bajo sus órdenes ejecutó Juan de Echave gran parte de la fachada que mira a oriente y un lienzo del patio, siguiendo en todo la forma y diseño de la construcción precedente, obra de Juan de Herrera.

Dañado y en parte destruido el antiguo palacio de Valsaín de resultas de un incendio ocurrido a fines del siglo XVII, Felipe V, que encontraba aquellos parajes adecuados para un palacio de recreo, compró a los monjes del Parral la llamada Granja de San Ildefonso. En 1718 mandó a Ardemans que diseñase construcciones para aumentarla por mediodía y norte y para construir una capilla sin demoler cosa alguna de lo antiguo, idea de la que proviene la irregularidad del actual palacio y su aspecto de conjunto de añadiduras, concluido tras las intervenciones de Ardemans con una fachada en estilo italiano de Andrea Procaccini. Hechos los diseños y aprobados por el rey, se empezaron en 1719 la capilla, parte del edificio, las torres que hay a un lado y a otro al poniente y la Casa de Damas. En la capilla de palacio, erigida después en iglesia colegial, siguió el modelo de la capilla de Alpajés, en Aranjuez, comenzada en 1681 por Cristóbal Ramírez de Xarama. De volúmenes simples y un esquema claro, queda realzada su visualidad al disponerse en el eje de una amplia avenida. Enfermo de gota, hubo de valerse de su discípulo Francisco Ortega para hacer las trazas del retablo de jaspes y bronces de la colegiata de San Ildefonso, labrado en Madrid, y se hallaba ocupado en concluirla cuando falleció a principios de 1726.

También hizo, entre otras obras, los túmulos de la reina María Luisa de Saboya en la iglesia de la Encarnación (1714), Luis XIV (1715) y Luis I (1725), la remodelación interior de las Casas Consistoriales de Toledo, iniciada bajo su dirección en 1695, con el añadido de sus torres barrocas, y el proyecto no realizado para la iglesia de los Santos Justo y Pastor en Madrid, donde llegó a completar la desaparecida iglesia de San Millán ejecutada por sus trazas y una subsistente casa de corredor para el duque del Infantado en la calle de la Redondilla con vuelta a Mancebos.

Fue también autor de varios libros sobre materias urbanísticas, encabezados por la Declaración y extensión sobre las ordenanzas que escrivió Juan de Torija, donde recogía una relación de los más insignes Arquitectos, que han profesado a un tiempo la Pintura, y Arquitectura, entre los que incluía a Velázquez junto con Claudio Coello y Francisco Rizi entre otros, seguido de las Ordenanzas de Madrid y otras diferentes que se practican en las ciudades de Toledo y Sevilla…, con una primera edición en Madrid en 1720, varias veces reimpreso,1 y Fluencias de la tierra, y curso subterráneo de las aguas, editado en Madrid en 1724, donde entre otros títulos hacía constar el de Veedor de las conducciones de las Aguas y maestro mayor de las fuentes.

Aretino, Spinello, pintor italiano (Arezzo, hacia 1350 – hacia 1410)

Fue hijo de un Florentino llamado Luca, que se refugió en Arezzo en 1310 cuando se exilió con el resto del partido de los Gibelinos.

Spinello fue pupilo de Jacopo del Casentino e influido por Andrea Orcagna, un seguidor de Giotto, y su propio estilo será una clase de acoplamiento entre la escuela de Giotto y la escuela de Siena. En sus primeros años, trabajó en Florencia como ayudante de su maestro Jacopo, mientras que pintaba frescos en la Iglesia de Santa María del Carmine y en Santa Maria Novella. Entre 1360 y 1384 estuvo ocupado en pintar muchos frescos en Arezzo y alrededores, casi todos los cuales actualmente han desaparecido.

Después del saqueo de Arezzo en 1384 Spinello retornó a Florencia, y de 1387 a 1388, con algunos ayudantes, cubrió las paredes y las bóvedas de la sacristía de la Basílica de San Miniato al Monte de Florencia con una serie de frescos, siendo el principal el que representa escenas de la vida de San Benedicto. Éstos todavía existen, aunque en una condición tristemente restaurada; son de un estilo muy similar al de Giotto en su composición, pero tienen algo de la brillantez decorativa de Siena, en el color.

Entre 1391 y 1392 Spinello pintaba seis frescos, que todavía permanecen en la pared sur del Campo Santo de Pisa, representando milagros de San Potitus y de San Ephesus. Para estos recibió 270 formas de oro.

Entre 1395 y 1400 pintó un estandarte procesional para la Cofradía de Santa María Magdalena del Borgo San Sepolcro, que actualmente se encuentra con un excelente estado de conservación en el Museo Metropolitano de Nueva York.

Entre sus obras maestras se encuentran una serie de frescos pintados entre 1407 y 1408 en las paredes y las bóvedas de una capilla, en los edificios municipales de Siena; éstos también han sufrido mucho al ser repintados, pero siguen siendo los frescos más finos de los existentes de Spinello. Dieciséis de éstos representan la guerra de Federico Barbaroja contra la república de Venecia.

Los frescos de Spinello son todos ellos trabajos fuertes y altamente decorativos, dibujados con mucho espíritu, y son muy superiores en estilo a sus cuadros, muchos de los cuales aparecen ser meras reproducciones de frescos. La academia de Florencia posee un panel de Madonna y santos, que es primordialmente interesante por su firma Hoc opus pinxit Spinellus Luce Aritio D.I.A. (1391). Los cuadros de base que se pueden admirar en varias galerías de Europa dan poco o ninguna noción de la energía de Spinello como pintor.

Después de que Spinello terminara una imagen del diablo, el tema lo visitó en un sueño y se quejó por la representación, citándolo como la peor de tales que había visto.

Arfe, familia de orfebres españoles de origen alemán

Arfe, Antonio (Leon, h. 1510 – Madrid, 1575)

Hijo del orfebre alemán Enrique de Arfe y de Gertruda Rodríguez de Carreño, fue padre del también orfebre Juan de Arfe y de otro Antonio de Arfe homónimo con el que no hay que confundirlo y que fue el humanista autor de Vida y fábulas exemplares de Esopo traducidas en rimas castellanas, Sevilla, P. Gómez de Pastrana, 1642 (1586), con prólogo de su hermano; el traductor de las fábulas fue también grabador.

Desde Sevilla hizo un breve viaje a Perú en 1535;1 ya de vuelta, en 1539 le encargaron la custodia para la Catedral de Santiago de Compostela, que concibió a la manera plateresca de superposición de templetes y con columnas de candelabro (el mismo año se comenzaba en Zaragoza una muy semejante por Forment y Lamaison); similar será la custodia de Medina de Rioseco (1554) y dentro del mismo tono estará el resto de la producción de Antonio. Desplazado por la competencia que le hacía en León su primo Enrique Belcove, se estableció en Sevilla en 1546,2 un lugar muy a propósito para un orífice como él, y desde 1550 en Valladolid;3 finalmente se vino a Madrid.

Dejó una obra menos importante que su padre y que la que dejó posteriormente su hijo. La lámina desplegable con el árbol genealógico de los Girones del libro de Jerónimo Gudiel Compendio de algunas historia de España y de la familia de los Girones (Alcalá de Henares, Juan Iñiguez de Lequerica, 1587) debe ser de su hijo homónimo. También hizo una arquilla de ébano, jaspe y plata para la Duquesa de Alba en 1571. Se le atribuyen la Custodia de Fuenteovejuna y el Templete de plata dorada de Badajoz. Casado con María de Betanzos y Villafañe hacia 1530, tuvo un hijo, Juan de Arfe y Villafañe (1635-1603), que recibió una mayor formación humanística y escribió sobre modelos y teorías artísticas de escultura, arquitectura y orfebrería, al que añadió dos hermanos, Antonio y Enrique, y una hermana.45 Antonio tradujo en verso las fábulas de Esopo

Arfe, Enrique (Erkelenz, 1475 – Léon, 1545)

También conocido como Enrique de Colonia, fue un orfebre que trabajó en Castilla, aunque su origen se supone germánico; fue el pionero de una familia de orfebres leoneses de gran reputación entre los que destacaron sus hijos, Juan y Antonio de Arfe y sus nietos Juan y Antonio.

Entre sus obras más destacadas destacan las custodias procesionales de la catedral de Toledo, el monasterio de San Benito de Sahagún, la Mezquita-catedral de Córdoba y el arca funeraria de San Froilán en León, ya que la custodia de la catedral leonesa desapareció. Su estilo es gótico, aunque comenzó a dar algunos precedentes de arte renacentista en Castilla. Asimismo, elaboró piezas asociadas a los pasos procesionales de Semana Santa como cruces, cofres y relicarios.

Su llegada a Castilla se produjo a finales de 1500, específicamente a la ciudad de León, donde desarrolló su arte, al comienzo con una clara influencia del gótico norteño. Allí comenzó a coger influencia en la misma catedral leonesa, donde trabajaba su suegro Diego Copin de Ver en la sillería del coro. El 21 de enero de 1501 le encargaron la realizaron de la custodia de la catedral, permaneciendo desde entonces en León hasta su muerte, con breves estancias en Córdoba y Toledo. Su residencia se ubicaba en la calle Cardiles. La finalización de esta custodia se retrasó varios años, lo que aprovechó para realizar otros encargos como la custodia del monasterio de San Benito, en Sahagún, o la cruz y el incensario de la iglesia de Villacidaler, en la provincia de Palencia. La custodia y cruz leonesas se perdieron en 1809 durante la Guerra de independencia española, mientras que la cruz de Villacidaler fue robada durante una exposición en 1906.1

Asimismo, en 1509 los eclesiásticos de la catedral de Sevilla pensaron en él para la realización de su custodia, mientras que el 14 de abril de 1511 presentó un proyecto para la realización de la custodia de la catedral de Salamanca, aunque este proyecto quedó abandonado. En 1514 comienza la custodia de la Mezquita-catedral de Córdoba, aunque sus compromisos con la diócesis leonesa impidieron que su estancia se alargara, por lo que finalmente la concluyó cuatro años más tarde. Sus trabajos prosiguieron ese año en la catedral leonesa, realizando el arca de enterramiento de San Froilán, mientras que comienza a elaborar la custodia de la catedral de Toledo. Entre 1521 y 1522 pasó temporadas en Toledo, aumentando el descontento leonés, por lo que la custodia toledana no se dio por concluida hasta un año después. Su última obra documentada son cuatro cetros en la catedral de Oviedo, cuyo contrato data del 2 de octubre de 1526.1

Se desconoce el motivo de la ausencia de trabajos desde su último trabajo en Oviedo hasta su fallecimiento, en el que trascurrirán casi dos décadas. Dejó en su legado una estirpe de grandes orfebres entre los que destacan su hijo Antonio de Arfe y su nieto Juan de Arfe.

Arfe y Villafañe, Juan de (León, 1535 – Madrid, 1603)

Estaba especializado en platería. Provenía de una familia de orfebres de origen alemán. Sus obras más conocidas son las custodias asiento de las catedrales de Sevilla, Valladolid y Ávila. Realizó diversos encargos para Felipe II. También publicó varios tratados sobre arte y artesanía que fueron muy divulgados.

Era hijo del platero Antonio de Arfe y María de Betanzos y Villafaña. Su abuelo fue un célebre maestro artesano llamado Enrique de Arfe. Su hermano Antonio de Arfe y Villafañe fue orfebre y grabador. Según la experta en historia de la orfebrería española Sanz Serrano, Enrique procedía de una ciudad llamada Erkelenz, de la comarca de Colonia, Alemania. Pudo haber cursado su formación en dicha comarca o en la ciudad de Aquisgrán. La zona comprendida entre el Mosa y el Rin tenía una gran tradición orfebre que se remontaba al Medievo. Se trabajan el bronce, el latón, el hierro y la plata. Estos productos eran exportados al resto de Europa. Enrique emigró a León, España, donde fue conocido al principio como Enrique de Colonia.3 Según el historiador Francisco Javier Sánchez Cantón, en su obra sobre los Arfe de 1920, Enrique era natural de una localidad renana llamada Harff,4 lo que ha sido sostenido por otros posteriormente.

Los artesanos afincados en una ciudad aceptaban encargos del resto de España, llegando incluso a fijar su residencia durante tiempos prolongados en otros lugares. Enrique de Arfe estuvo realizando encargos en Toledo y Córdoba. Antonio de Arfe residió en Valladolid, pero realizó encargos en Santiago de Compostela y León.3

Aunque Juan nació en León en 1535, cuando era muy joven se trasladó con su padre a Valladolid, donde empezó a aprender el oficio de la platería.6 En 1562 se casó en Valladolid con Ana Martínez de Carrión, que era hija y nieta de plateros. En 1563 nació su única hija, Germana, que en 1596 se casó con el platero Lesmes Fernández del Moral.

Su hermano, Antonio de Alfaro, era grabador de ilustraciones para libros.

Sus obras más célebres son sus custodias de asiento. Normalmente sus custodias cuentan con cuatro cuerpos sostenidos con columnas. El cuerpo que contiene la Eucaristía estaba decorado con figuras de los doce apóstoles de espaldas, de cara al sacramento.9 Además tenían otras escultoras del Antiguo y del Nuevo Testamento.

A comienzos de la década de 1560 pudo haber realizado una cruz para la catedral de Valladolid que hoy se encuentra en Barcelona. Aunque la pieza está fechada y firmada, su autenticidad ha sido puesta en duda.7 En 1564 firmó un contrato para la realización de la custodia de asiento para la catedral de Ávila. La finalizará en 1571. Esta custodia tiene seis cuerpos, donde se alternan bases exagonales y circulares. En la base hay treinta relieves con escenas del Génesis.10 En el segundo cuerpo hay figuras de los Padres de la Iglesia. En el tercer cuerpo se representa la Transfiguración de Jesús. El cuarto cuerpo lo ocupa Dios Padre.10 Hay algunos detalles que se aprecian en las custodias de su padre en Santiago de Compostela y Medina de Rioseco, como las torres en las esquinas del primer cuerpo, los templetitos en el tercer cuerpo y una figura similar a Hermes en el cuarto.11 La cruz de la parte superior es un añadido posterior.7 En esta etapa también realizó dos cetros para la catedral de Ávila, de los cuales solamente se conservan dos réplicas.10. En 1573 realizó un relicario de plata para la reliquia del brazo de San Cristóbal que se conserva en el Museo de la Catedral de Santiago de Compostela. Entre 1571 y 1579 estuvo en Valladolid y también estuvo presente en la Corte.12

En 1579 se trasladó a Sevilla, donde tenía su casa junto al colegio de San Miguel. En 1580 se presentó a un concurso para la realización de una custodia de asiento para la catedral de Sevilla. A este concurso concurrieron también los plateros Francisco de Alfaro y Francisco Merino. Finalmente, le encargaron la custodia a Juan. El encargo fue terminado en 1587. Entre 1583 y 1587 probablemente se ausentó un tiempo de Sevilla, ya que subarrendó su casa en marzo de 1583.12 En 1592 realizó en Sevilla una mesa de plata con la historia de Anteo, que no se conserva.

La custodia de la catedral de Sevilla mide 3,80 m. Según el propio Juan de Arfe es su mejor obra, en parte, porque tuvo que competir en un concurso con los otros dos reconocidos maestros. La iconografía que decora la custodia fue diseñada por el canónigo Francisco Pacheco, tío del pintor homónimo. Tiene cuatro cuerpos con bases circulares, aunque la base del conjunto es una plataforma hexagonal. En el primer y el segundo cuerpo hay figuras de los apóstoles orientados hacia el interior. Existe también una “maqueta” de 1,04 m de dicha custodia realizada por un autor anónimo en 1580 de madera plateada. La custodia ha sido reformada ligeramente en algunas ocasiones, siendo la más destacable de ellas la que tuvo lugar en 1668.

En 1587 le encargaron la realización de la custodia de asiento de la catedral de Valladolid. Finalizó este encargo en 1590. Esta custodia es similar a las de Ávila y Sevilla, solo que de menores proporciones. Tiene cuatro cuerpos que se alternan con bases hexagonales y circulares, sostenidos por columnas diferentes en cada cuerpo. En la parte superior hay una pirámide con una esfera. Es de las pocas custodias de Juan de Arfe que consera el remate primitivo. En la base del primer cuerpo hay escenas del Antiguo Testamento y en la base del segundo hay escenas del Nuevo Testamento. Fuera de la custodia, en la plataforma donde se encuentra, hay unas figuras de Adán y Eva, el Árbol de la Ciencia y la Serpiente. Estas figuras antes se encontraban en el primer cuerpo. La imagen de la Asunción de la Virgen del segundo cuerpo debió ir en el tercero. La Eucaristía iba originalmente en el segundo cuerpo y hoy se sitúa en el primero.

Vivió en Burgos desde 1589 a 1595.18 En 1592 realizó una custodia para la catedral de Burgos. Esta custodia fue destruida en la invasión francesa de principios del siglo XIX. En esta custodia se representaba la Última Cena, que es un tema que también elaboró su padre en la custodia de Santiago de Compostela. Solamente se conserva el viril del interior de la custodia, que da testimonio los comienzos de Arfe en el estilo manierista, aunque tiene algunas adiciones del siglo XVIII.9 Al igual que en la custodia de Sevilla, había doce niños con símbolos de la Pasión.

Se le ha atribuido un relicario con los restos de santa Casilda para la catedral burgalesa. El relicario está decorado con un busto de la santa. Este relicario habría sido realizado entre 1590 y el 1600.20 En 1592 reformó la cruz que había realizado Juan de Horna en 1537 para esta catedral. También en la misma catedral hay una atribución dudosa, que es el aguamanil pontifical realizado en torno a 1597-1598.13

También en 1592 realizó la custodia para el convento del Carmen de Valladolid, que hoy se conserva en el museo de Santa Cruz de Toledo. En 1595 realizó dos ciriales para este mismo convento, que no se conservan.

Entre 1594 y 1597 realizó, junto con su yerno Lermes, una custodia portátil diseñada para colocarse sobre un cáliz. Este encargo fue para la parroquia de San Facundo y San Primitivo de Las Quintanillas, pero en la actualidad no se conserva.13 En 1596 realizó una custodia para un encargo de San Sebastián de los Reyes, que no se conserva.

Entre 1599 y 1602 realizó una custodia para la catedral de El Burgo de Osma, aunque no se conserva.

Entre 1600 y 1602 realizó una custodia para la parroquia de San Martín de Madrid, que no se conserva.

Fue miembro de la Hermandad de la Virgen de Val y San Eloy de Valladolid, del gremio de los plateros. El historiador José Alberich lo calificó como “el Cellini español”

Comenzó a trabajar en la Corte de Felipe II en 1596, aunque ya había intentado trabajar para Felipe II anteriormente. Su primer trabajo fue repasar unos grupos escultóricos del monasterio de El Escorial realizados por Pompeyo Leoni.

Entre 1596 y 1599 realizó diversos trabajos en los sepulcros reales del monasterio de El Escorial. Entre 1597 y 1599 participó en la realización de 74 relicarios con bustos de cobre para este monasterio. De estos 74 se conservan solamente 37, de los cuales solamente 3 llevan la firma de Juan.13

En 1599 realizó un aguamanil con su correspondiente fuente para Felipe II, aunque no se conservan.13 Entre el 1600 y 1601 realizó el aderezo de un frontal de altar de cobre, que era Felipe II, que se colocaría en el monasterio de El Escorial, aunque no se conserva.

Con la muerte de Felipe II llegó al trono Felipe III, que contaba con el duque de Lerma como valido. El duque contrató a Leoni para hacerle cuatro estatuas para su panteón familiar del convento de San Pablo de Valladolid. Leoni realizó modelos en yeso a tamaño natural del duque y la duquesa y uno a pequeña escala del arzobispo de Toledo. Envió estos modelos al taller de Madrid de Jácome Trezzo, donde pensaba terminar el trabajo y fundirlos. No obstante, Juan de Arfe le hizo una oferta más económica al duque, que le contrató. Con la ayuda de su yerno y los moldes de Leoni, Juan hizo esas tres figuras de bronce. No obstante, la cuarta, del arzobispo de Sevilla Cristóbal de rojas Sandoval, no fue realizada por Leoni, y fue un trabajo completo de Juan con la ayuda de su yerno.23 Juan de Arfe y Lesmes realizaron estos trabajos entre 1601 y 1603.13

La estatua del arzobispo de Sevilla se conserva en la colegiata de San Pedro de Lerma. Se conserva también una carta de Juan de Arfe con algunos bocetos de sillares para los sepulcros de los duques de Lerma, aunque este proyecto no se realizó.13 Entre 1602 y 1603 realizó un modelo de cera para la tumba del cardenal-arzobispo de Toledo, aunque este proyecto no se realizó y tampoco se conserva este modelo.Argárica, Cultura Etapa prehistórica española que recibe el nombre de la estación de El Argar, correspondiente a la primera edad del bronce, cuyo yacimiento epónimo fue descubierto en la provincia de Almería (Andalucía), junto al río Antas. La cultura Argárica se extendió por el Sureste de España (Murcia, Almería, Jaén, Málaga, Granada y Córdoba) donde sustituyó a la Cultura de los Millares (hacia 1600 -1500 a. de J.C.). Conocían la agricultura, la ganadería, la cerámica, la concepción de tejidos y la metalurgia (oro, plata, plomo, cobre y, en especial, bronce). Su cerámica suele presentar una superficie obscura y brillante, siendo sus formas características los vasos carenados con fondo ovoideo, cuencos y copas. Los objetos metálicos más típicos son los puñales, espadas, hachas de filo largo y objetos de adorno. Su cronología está sujeta a controversia, pero se suele aceptar el intervalo calibrado entre 2300 y 1500 a. C.8 o 2250-1600 a. C.,9 aunque otros autores rebajen su antigüedad al 2000-1100 a. C.10 Las primeras cifras señalan una cierta convivencia con los grupos calcolíticos hasta 2250, en unos momentos marcados por la inestabilidad, con una decadencia demográfica y material, así como niveles de destrucción en algunos asentamientos.8 Aunque algunas aldeas calcolíticas pervivieron durante la Edad del Bronce (casos de Gatas o Fuente Álamo), éstas fueron reconstruidas siguiendo un patrón totalmente diferente. La mayoría de los asentamientos argáricos eran de nueva fundación y presentaban características singulares en comparación con los de la época previa, lo que ha sido interpretado como una gran transformación social, sincrónica con otras que se produjeron en Europa y el Mediterráneo oriental. Basándose en las ofrendas funerarias se han distinguido dos periodos: Aproximadamente desde 2300 al 1800 a. C. la sociedad argárica habría estado dominada por una élite masculina que se enterraba en covachas o cistas con alabardas y puñales, junto a mujeres asociadas a puñales y punzones. Desde 1800 al 1500 a. C. en las tumbas de la élite dominante aparecen espadas largas para los hombres y diademas para las mujeres; luego se detecta otro estrato asociado a los binomios hacha/puñal masculino y puñal/punzón femenino; por debajo de estos se encontrarían otros niveles sociales con ajuares inferiores. Una peculiaridad de este momento es que se generalizaron las tumbas infantiles con ajuares significativos. Desde el 1650 a. C. el mundo argárico comenzó a entrar en decadencia para colapsar hacia el 1500 a. C.13 Es posible que la intensificación agropecuaria y manufacturera hubieran provocado la deforestación y degradación medioambiental a gran escala del sudeste peninsular, ya de por sí relativamente árido. Cuando el excedente productivo dejó de ser suficiente para mantener la producción secundaria y el clientelismo asociado a los sectores dominantes, el equilibrio del sistema sociopolítico argárico se hundió.Yacimientos La mayoría de los poblados argáricos conocidos se encuentran situados en alto y bien defendidos, aunque se conocen algunos asentamientos de menor entidad situados en llano. Los primeros estaban constituidos por edificios de planta rectangular o trapezoidal construidos mediante piedra, tapial o adobe en las laderas aterrazadas artificialmente de los cerros. Hay construcciones de carácter doméstico, con hogares, utillaje y recipientes de almacenamiento, y otras, mayores, dedicadas a talleres, actividades productivas y almacenes centralizados. Ciertos poblados presentan estructuras defensivas como murallas y torres, pero la mayoría no las necesitaban debido a su estratégico emplazamiento en altura.4 Su tamaño era bastante modesto, habiéndose estimado que en núcleos de cierta entidad como Gatas IV y Fuente Álamo III-IV vivirían entre 300 y 500 personas,17 en el mismo El Argar unas 500 y en La Bastida de Totana 600 habitantes. El urbanismo consiste en casas compuestas por varios recintos de muros rectos y de forma irregular que se agrupan en núcleos compactos, distribuidos en relación con espacios libres y tortuosos, que podemos interpretar como calles y que se adaptan a la configuración del terreno mediante la construcción de terrazas escalonadas contenidas por grandes muros longitudinales. El espacio habitable aparece delimitado por paredes medianeras perpendiculares al muro. En la cima se halla el núcleo del asentamiento que hace las veces de fortificación. Así, los antiguos poblados de casas circulares calcolíticos fueron sustituidos por otros de traza más regular, con calles bien definidas y viviendas rectangulares. En general, presentan una serie de servicios comunitarios que incluyen canalizaciones de desagüe, cisternas el para suministro de agua, rampas y escaleras entre unos niveles y otros del poblado, graneros de almacenamiento, corrales para el ganado y hornos cerámicos y metalúrgicos. La situación de los asentamientos suele estar cerca de fuentes de agua potable y, algunos, de los yacimientos de cobre y plata. Los “grandes” poblados se encuentran emplazados a la salida de un valle, en una meseta o en una pendiente bien resguardada, mientras que los de menor tamaño están en pequeñas cimas aisladas denominadas cabezos. A un poblado de carácter central suelen corresponderle otros más pequeños a modo de puestos avanzados que, por regla general, tenían un camino directo y una situación de visibilidad que los ponía en contacto con el poblado principal. La organización territorial responde a unas pautas geoestratégicas definidas por el dominio de: Lugares en alto fácilmente defendibles. Las zonas más adecuadas para la producción agropecuaria. Los yacimientos mineros. Las rutas naturales de comunicación.Enterramientos Si algo caracteriza al grupo argárico son los enterramientos, que se realizaban casi siempre en el interior de los espacios habitacionales. Las inhumaciones se realizaban en el interior de fosas, covachas, cistas o grandes tinajas cerámicas denominadas pithoi, predominando en el litoral estas últimas y en el interior las fosas. Las ofrendas funerarias presentan grandes diferencias entre ellas y su análisis ha permitido plantear la hipótesis de jerarquización social. Estos enterramientos suelen ser individuales, pero, en ocasiones, incluyen a dos o incluso tres personas de una misma familia en una cista. Ocasionalmente se han hallado cenotafios conteniendo objetos personales, pero sin ningún cadáver, lo que parece indicar que por alguna razón no pudo ser recuperado el cuerpo del difunto para su inhumación. Los espacios funerarios se sellaban con una gran piedra, cubierta a su vez por arena para dar uniformidad al suelo de la vivienda y señalada por otra piedra de reducido tamaño que se colocaba sobre la tumba. También podían estar cubiertos por lajas de piedra que formaban bancos de trabajo domésticos. Todos estos aspectos llevan a pensar que las comunidades argáricas poseían creencias ultraterrenas, pero, a la vez, representan un claro indicio del cambio en las ideas y en la estructura social respecto al Calcolítico.Artesanías La cerámica se fabricaba manualmente, era de buena calidad y con tipologías estandarizadas, entre las que destacan las copas, vasos, cuencos y ollas. Las herramientas se elaboraban en piedra tallada o pulimentada, en hueso o de aleaciones metálicas como el cobre arsenical o el bronce.21 Las industrias minera y metalúrgica tuvieron gran importancia, como lo atestiguan los abundantes hallazgos de artefactos y residuos relacionados con la producción, así como de artículos metálicos. Casi todo la zona argárica es rica en filones metalíferos y estos serían explotados por núcleos especializados en tales actividades.13 A pesar de esto, la manufactura textil fue la principal industria y utilizaba, por lo que sabemos hasta el momento, exclusivamente el lino, ya que no se conocen tejidos derivados de productos animales. Es muy probable que existiera un artesanado especializado ya que se han excavado talleres y se producían artículos altamente normalizados. También los poblados estaban diferenciados según sus actividades principales fueran mineras, agropecuarias o agropecuarias y metalúrgicas, por lo que debía de haber una continua circulación de materias primas y manufacturas entre estos y hacia los centros de poder. Todo ello precisaría la existencia de un sistema de comunicaciones desarrollado e instituciones que controlaran todo el proceso.Argelia Es uno de los cincuenta y cuatro países que forman el continente africano. Su capital y ciudad más poblada es Argel. Está ubicado al norte del continente, limitando al norte con el mar Mediterráneo, al este con Túnez y Libia, al sur con Níger y Malí, al suroeste con Mauritania y al oeste con el territorio no autónomo de Sahara Occidental y Marruecos. Con 2 381 740 km² es el país más extenso del continente desde 2011 y con 43 000 000 habitantes en 2020, el noveno más poblado, por detrás de Nigeria, Egipto, Etiopía, República Democrática del Congo, Sudáfrica, Tanzania, Kenia, Uganda y Sudán. Junto con Marruecos, Túnez, Mauritania y Libia, es uno de los países que comprenden el Magreb. Constitucionalmente se define como país árabe, amazigh y musulmán.89 Es miembro de la Unión Africana y de la Liga Árabe desde prácticamente su independencia, y contribuyó a la creación de la Unión del Magreb Árabe (UMA) en 1988. Con un IDH de 0,7546 en 2017, es uno de los países africanos más desarrollados, tras Mauricio y Seychelles.Arte La cultura de Argelia es rica, variada y muy antigua. Cada región, cada ciudad y oasis es un espacio cultural en particular. La Cabilia, los Aurés, la región de Argel, la meseta, el Valle de M’Zab, la Gourara, el Hoggar, la Saoura son algunas de las regiones con particularidades culturales y lingüísticas. Además, tiene una gran influencia francesa, bastante mayor que en Marruecos y Túnez. Las manifestaciones culturales más antiguas que se han conservado se remontan unos 8000 años, y son muestras de arte rupestre en Tassili n’Ajjer. Además se encuentran los hermosos edificios erigidos a lo largo de la historia de este país, llegando a las artesanías que siguen teniendo mucha vigencia y riqueza. El arte de Argelia refleja los diversos capítulos de su historia y las diferentes influencias que ha tenido. Tan extenso territorio fue habitado por numerosos pueblos como los fenicios, púnicos, romanos, vándalos, bizantinos, árabes, turcos otomanos, ello significó la existencia de una gran variedad étnica y cultural. Hacia el norte, ha sido más notable la influencia europea, mientras hacia el sur, se han mantenido manifestaciones más tradicionales, sobre todo en el arte.Las pinturas rupestres de Tassili n’Ajjer, que se remontan a unos 8000 años atrás, constituyen una de las más importantes y ricas manifestaciones artísticas que se han conservado. Muy llamativos resultan los artículos típicamente tradicionales de esta región como las alfombras, tejidas por las mujeres utilizando generalmente lana o pelo de cabra para su producción. También se destaca la alfarería, por sus vistosas vasijas de cerámica adornadas con motivos estampados o esculpidos según técnicas usadas en la antigua Persia.Por su parte, la joyería, constituye un testimonio viviente del ingenio popular. Por esa razón las prendas elaboradas en plata, constituyen un patrimonio ancestral transmitido de padres a hijos, celosamente guardado y protegido. Algo muy típico resulta el empleo del grabado en objetos de uso doméstico, como bandejas y lámparas, pasando por varios estilos desde la Edad Media, hasta la actualidad. Todavía está muy presente la marroquinería o trabajo en cuero, que toman forma en bolsos de viaje, morral de silla y billeteras. La escultura en madera también alcanza gran connotación y está presente en la decoración de puertas ventanas, vigas, baúles y muebles.

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