Ni corta ni perezosa, preguntó por la funda o el protector, y, al contestarle que no había nada más, que se comprara la que quisiera soltó la frase mágica “¿Y POR QUÉ NO ME LA HACES TÚ? ¿TE ATREVES A HACÉRMELA?”
Los retos me motivan mucho, y este era un GRAN reto. Incluso antes de llegar a mi morada, donde tengo todos mis materiales, ya estaba pensando y maquinando cómo organizarme para hacer la funda y qué materiales podría necesitar.
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