Cuando regresamos de estos viajes de ensueño y de ver las hermosas tiendas de Viena, sacamos el mejor partido a lo recopilado, versionando los adornos que nos llegaron al corazoncito. Por ejemplo, podemos convertir una pulsera Tiffany´s en una pulsera ‘made in nosotras’, recreando el original con materiales desde luego más modestos, de reciclajes o de saldos. !Y los resultados nos encantarán! ?Quieres acompañarnos en un paseo por Viena?
Llegamos a una de las principales avenidas comerciales del centro, y al momento nos llama la atención una floristería. Estas graciosas casitas, además de servirles a nuestros pajaritos para criar, son un fabuloso detalle estético en muchos rincones de la casa: pueden formar parte de la decoración del cuarto de nuestros hijos, de lamparita de exterior en el porche y la terraza, en la cocina nos servirán para meter las servilletas de papel... ¡Las ideas decorativas bullen para unas casitas tan multicolores, coquetas y alegres!
Entramos en una maravillosa tienda de tejidos, con un sótano dedicado al outlet donde nos esperan retales ya cortados, que servirán para hacer cojines, o mantelitos, o, si son más grandes, fantásticos estores para la cocina o el office. Podemos también confeccionar delantales, forrar una cesta de ropa, o diseñar un precioso bolso de calle como los que hacen nuestras foreras.
El escaparate de Swarovski nos seduce con la maravillosa recreación de la leyenda del lago, en la que un cisne se convierte en princesa. Como podéis ver, el vestido todavía conserva indicios de las alas, el corpiño bordado en pedrería tiene dos cisnes, y la falda está rematada por plumas. La puesta en escena está ambientada mágicamente por un delicado lecho de plumas, que representa el agua, salpicado de flores de loto talladas en cristal. La blanca figura lleva un centelleante casquete de strass, todo naturalmente original de Swarovski. Es el escaparate que siempre hemos imaginado para una firma de semejante glamour.
¡Ya sabemos de dónde provienen los modelos para las casas de muñecas! Por todos lados encontraremos en Viena casas de estilo señorial, con sus buhardillas, sus tejados muy inclinados y las fachadas pintadas en tonos pastel, a menudo amarillos y celestes. La carpintería de ventanas y puertas siempre va coloreada de manera que sea patente y contraste, por lo general en blanco.
Entramos en la tienda de las archifamosas porcelanas Meissen, uno de los blasones comerciales más prestigiosos de Alemania, nacido en el año 1702. El secreto de la porcelana está en el caolín, de su acertada elección dependen los refinados colores y la perfección en el modelado. Admiramos en estas bellas figuritas las formas delicadamente cinceladas y los refinados dibujos en miniatura, todos hechos a mano por artesanos expertos.
¡Las bombonerías vienesas son escala obligatoria en nuestro paseo! Entramos en una de las más antiguas, que, como muchos locales en la ciudad, mantiene la decoración original, en este caso del año 1844 nada menos. ¡Qué envidia sentimos al ver tantos comercios perfectamente conservados, que son un bello patrimonio cultural!
El interior de la bombonería es un sueño. No pueden faltar en esta época los típicos Schültute, cucuruchos de colegio, una costumbre de los países de habla alemana: los pequeños llevan en su primer día de colegio un cucurucho de golosinas, a menudo casi tan grande como ellos, para endulzarles el trago.
En las bombonerías de Viena se cuida al máximo la presentación. Fijémonos en las cintas de raso, los lacitos, las bolsas de celofán, las cubiertas de papel en los tarros. Las cajitas de caramelos y bombones son de cartón duro, van decoradas con franjas de armoniosos colores y llevan impresas bellas escenitas del archivo de la casa, recordemos que la tienda lleva abierta casi un siglo. Envolver los artículos con delicadeza y buen gusto dobla el atractivo del regalo. ¡Tomamos buena nota de todos los detalles! Estamos deseando ponerlos en práctica preparando bellas cajitas de cartón, adornadas con cromos vintage, y preciosas cintas rematando una presentación tan cuca. ¡Son detalles que gustan a grandes y pequeños!
La exquisita bailarina, en el más puro estilo Art Decó, es original de los años 20 y fue modelada por un famoso artesano alemán de la época. Esa corriente artística hizo gala de la representación de animales, principalmente insectos, y por eso nuestra bailarina luce una etérea saya de tul que imita unas alas de mariposa. ¡Una obra de arte que nos fascina y no nos cansamos de admirar!
Terminamos nuestro paseo de noche, en la zona comercial más exclusiva de Viena. La cúpula que vemos al fondo es el palacio imperial de Sissi, y alrededor se apiñan los nombres más famosos de la moda universal: Louis Vuitton, Cartier, Armani, Ferragamo, Dolce & Gabanna, Chanel, Gianfranco Ferré, Tiffany´s, Gucci... Este paraíso de refinamiento y exquisitez pone el broche de oro a nuestro delicioso vagabundeo por Viena.