Aprender como pintar un vinilo no es cosa actual. Ya que, desde épocas antiguas han existido diversos pintores que emplean grandes creatividades en murales, pues, los pintores comienzan a usar artilugios ópticos para ayudarse en determinados trabajos. Por ejemplo, Canaletto empleaba una cámara oscura, que le facilitaba trazar las perspectivas de sus famosas escenas de Venecia. De la misma forma, nuestra amiga Luna Azul se sirve de la tecnología cuando ejecuta sus preciosos dibujos murales.
En este reportaje veremos cómo utilizar estas máquinas auxiliares, que convierten el trabajo de hacer dibujos murales en una labor sencilla. Luna Azul ha echado mano del viejo proyector que precisamente utilizaba su padre para pintar. El resultado es un adorno muy sobrio y moderno, con el que nuestra amiga ha puesto un detalle de buen gusto en el comedor de su casa, en perfecta sintonía con los muebles y el color de la pared.
Aquí tenemos la pared ya preparada. Según explica Luna Azul, "el comedor tenía las paredes pintadas de un grismuy clarito, que casi parece blanco, así que lo primero que hicimos la pasada semana fue dar una mano de pintura gris de Titán, y sobre ella pintaremos el vinilo".
Perfilando las líneas lanzadas por el proyector, nuestra amiga empieza a dibujar la rama. "Os prometo que allí yo no veía ni pizca el amarillo", asegura Luna Azul, por ello se quedó muy sorprendida al ver luego en la foto toda la pared marcada.
El dibujo que ha escogido Luna Azul. Un motivo muy al gusto japonés, en consonancia con los sobrios muebles que tiene el comedor de nuestra amiga.
El proyector se calentaba al poco rato de funcionamiento, de modo que en atención a su venerable edad nuestra amiga le concedía frecuentes descansos.
La pared tomada de lejos, para ver el efecto de la pintura y apreciar bien la escala.
"Con esta máquina, que es de la época de mi padre cuando pintaba, proyectamos la imagen del vinilo sobre la pared. Y a oscuras, como si fuera el Cine-Exin, fui pintando con pintura plastidecor amarilla el contorno en la pared".
El dibujo terminado. Una labor para la que Luna Azul ha robado tiempo al sueño, porque entre su hija y el trabajo le quedan pocos minutos libres en el día.
Luna Azul decide dar dos manos de color blanco, "porque lo estoy haciendo con pintura plástica y no cubre mucho." En esta fase ha terminado la función del proyector, y ahora llega el turno de la habilidad personal.
"No se aprecia bien, pero hay tres grupos de hojas que están rematados; tuve que perfilarlos en el gris de la pared, porque la pintura es menos densa que la blanca y se trabaja mejor los detalles".
Y aquí tenemos por fin la vista del comedor, ya con los muebles. Podemos apreciar que el adorno de nuestra amiga es todo un éxito en diseño y ejecución. ¡Felicidades!
