Esta cesta rústica viene del momentazo primaveral flower power que tuve ayer tarde, lo dí todo, y el resultado es esta cestita de yute y piel que se hace en un momentín. Era de esas cosas como la copa que pasó a campana, que tenía en mente muchísimo tiempo y nunca la llevaba a término. Se me ocurrió un día enrollando la cinta, y hasta ayer que me puse.
Os lo cuento ya antes de empezar a liarme, vamos:
Los materiales:
Cinta de yute, se emplea para tapicería. Mis medidas fueron una tira de 62 cms y otra de 43cms, pero a tu elección
Tiras de cuero o de otra cinta distinta si lo prefieres. Yo elegí este color porque me sentía primaveral, pero tal vez algo un poquito más sobrio no le habría ido mal, la verdad. Mis medidas: dos de 15×2 cms, seis de 6×2 cms, y dos de 3×26 cms.
Un ganchillo mediano (tranquilidad, no hay que tejer, es para sacar los hilos de color rojo y azul)
Pistola de pegamento
Regla y cutter o tijeras
Cinta de carrocero, que no sale en la foto
Los pasos:
1. La tira más larga la ponemos en círculo, solapando un extremo sobre el otro, y pegándolo con la pistola de cola caliente
2. La otra tira, la que es más corta, la colocamos de manera transversal a la anterior y por la parte de fuera, como ves en la foto, y la unimos a la primera.
3. Y con el otro extremo de esta tira más corta hacemos lo mismo. Si sobrara un poquito, a mí me ocurrió, la cortamos al ras sin escrúpulos, con decisión.
Para pegar esta parte que os estoy contando y que quede más o menos encajada nos ayudamos de la cinta de carrocero para ir creando el efecto cestita. Después la eliminaremos.
4. Ahora también con el pegamento caliente colocamos estas tiras de cuero, ya te digo que yo estaba en ataque flower power y me decanté por este colorazo, si prefieres uno más sobrio tampoco pasa nada, incluso será mejor.
Las dos de los lados estrechos son las que miden 15×2 cms, las cortitas, de 6×2 cms las pegaremos después.
5. Una vez colocada la piel que le da la estabilidad a la cesta, nos dedicaremos a las asas. Yo las he puesto en los lados largos, también podrían estar en los estrechos, pero no lo acababa de ver, preferí así.
Montar estas asas es sencillísimo. Consiste en aplicar pegamento en una de las mitades en todo el largo, salvo en los extremos. Así doblamos y queda pegado salvo en las puntitas. Aplicamos pegamento en las puntas, separándolas bien, y las pegamos a la cesta.
Y voila, cesta para lo que se te ocurra terminadita.
Aquí posando con unas macetitas, necesita un recipiente interiorpara no mojar la cesta.
Este creo que no es su mejor uso, y desde luego que no es definitivo, sin embargo con un paño en su interior yo la veo ideal para servilletas o para cubiertos en una comida en el jardín que no tengo, ¿no te parece?. También sería fantástica para ir a recoger unas flores silvestres por la campiña.
Nota: los cactus son falsos, artificiales.
¿Te gustó?, a mi la combinación no me ha terminado de convencer, la idea la veo buena, pero… si volviera a nacer en el momento de ayer por la tarde no estaríais viendo ahora estos colores porque hubiera elegido otros, y además porque se estaría produciendo un bucle imposible que ni yo que lo estoy meditando soy capaz de comprender, y menos explicar, ¿lo podríais ver así o mi renacimiento iría por delante?, estas cosas siempre me lían.
Concretando: que me gusta la cesta, que la combinación la veo alegre pero no la mejor, que es más bonita en la foto que en la realidad (así que si ahora no te gusta…, imagina), y que puede que repita la cesta pero no el color fresa de la piel. Ahora sí, ¿si?
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