Hay veces, que simples objetos nos miran, los miramos y vemos en ellos algo mágico que siempre ha estado ahí pero que si nadie se para a admirar, nunca tendrá la oportunidad de existir.
Me pasa muchas veces, mezcla de observación, imaginación y amor por los detalles, supongo, así es como "conocí" a mi Mascota Feliz que os presenté en esta entrada y así es como nos dimos cuenta que una de las traviesas que mis aitas usaron para la obra de la casa como vigas decorativas nos miraba sonriente independientemente de si estaba triste, contenta, hacía frío o calor...
Nos miraba y nos sonreía...tan simpática nos cayó que hace ya un par de años que ocupa un lugar privilegiado en la huerta y desde allí nos acompaña y nos vigila, qué pensará ella de nuestra tropa...jejeje....
Y esto es todo por hoy, pero mañana nos volvemos a ver si os apetece porque tengo quedada en Una Pizca de Hogar que ya tengo ganas de volver a "ver" a Maribel.
Y ya sabéis.... A fijarse! para dar la oportunidad a los pequeños detalles de tener "su minutito de gloria".
Feliz día a todos!