Ya se que otra posibilidad es regalarlo a alguien cercano o alguien no cercano pero que lo necesite, pero hay veces que porque el estar comprando ropa continuamente supone un gran gasto familiar o porque te has enamorado de algo y te apetece que lo siga llevando, hago unos pequeños arreglos a las cosas para darles una segunda vida.
En esta ocasión era un vestido que me parece muy bonito y le quedaba fenomenal, uno de esos a los que le coges cariño por alguna extraña razón.
Era un vestido blanco de verano, con puntillas y poca cosa más, pero que Paula lo llevó muy poco porque desde que lo compré hasta que se lo puse pasaron un par de meses y se le quedó un poco justo.
Si estáis en la misma situación, hoy os doy una idea para que lo pueda seguir llevando en forma de falda.
1.- Lo primero es ver que le entra por la cintura y lo que queda estrecho
2- medir el largo que se quiere de falda y marcarlo en el vestido
3- Cortar!!!!!. A qué da miedo!!!!. A mi las primeras veces, me daba pánico, pero viendo el resultado, ahora no me corto ni un pelo.
4- Le cosemos un elástico de la medida de la cintura de la niña por la parte que hemos cortado. Y LISTO!!!!
Nos queda una preciosa falda para disfrutar este veranito.
Espero que os haya gustado!!!