La funda era bastante simplona, pero yo la he personalizado con un preciosísimo papel japonés.
He sacado el patrón de la funda calcando el contorno en un papel transparente.
Después de recortar el patrón lo he traspasado al papel japonés.
Con barniz transparente del que se utiliza para decoupage he pegado el papel sobre la tapa. Después he aplicado un par de manos de barniz sobre el papel, para que quede protegido.
Estoy encantada con el resultado: ahora tengo un teléfono que además de estar protegido contra las caídas tiene una funda preciosa.
Y a vosotras ¿os gusta tener la funda del móvil personalizada?