El proceso para fabricar los muñecos es muy fácil. En primer lugar, se piensan los personajes. Tomemos el ejemplo de que sean una princesa, un príncipe y un dragón.
Cogéis tres cartones cilíndricos de papel higiénico y pintáis en ellos con rotulador, o si sois más mañosas con un pincel, los ojos, la boca, la nariz y todo lo que os apetezca ponerles según cómo os los imagináis.
El siguiente paso consiste en recortar telas o trapos de forma que pegándolas al extremo inferior de cada cilindro con un pegamento fuerte o celo actúen de vestimenta, cada cual decorada como queráis y sin olvidar un par de tubitos para los brazos de los muñecos donde meter el pulgar y el índice.
Podrían ser una telita rosa para la princesa, azul para el príncipe y verde con chispitas rojas para el dragón. Hacedlas largas para ocultar bien las manos.
Finalmente, se les acopla otro trozo de tela en la parte superior del color de pelo que os guste, e incluso al príncipe se le podría fabricar un sombrerito.
Para el decorado, bastará con dibujar los escenarios sobre cartulinas.
¡Y ya tenéis el guiñol listo para hacer soñar a los niños!
¿Os parece buena idea? ¿Qué historias se os ocurren?
Foto: escuela infantil Petirrojo
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