Si antes hacía manada de elefantes para cojines de semillas, ahora me ha dado por los perros cocker.
El otro día os enseñé un par de modelos en azul y hoy elegimos el rosa porque la vida la veo así.
Aunque he elegido las mismas telas, a cada uno les he puesto un botón diferente en la oreja que, por cierto, tiene movimiento porque sólo tiene ese punto de unión.
De todos modos, cada uno tiene su propia expresión, es lo mágico de lo hecho a mano, que nunca salen dos iguales.
Ahora el reverso de cualquiera de ellos.
Como podéis observar la oreja es bicolor.
Me preguntó Ligia en la entrada anterior si el relleno era con la forma del perro, pues si, le prometí foto pero se me ha olvidado hacerla.
Para el relleno, como siempre, semillas de trigo (compradas en las tiendas que venden productos para animales). Sólo 120-130 grs.
Ya sabéis que calman mucho los cólicos de lactante y también cuando llegue el frío, que llegará, los podemos usar para la cuna o el carrito del bebé.
Y sigo coso que te coso...