No quería acabar el mes sin enseñaros el cojín que le hice a mi sobrino Pablo, por encargo expreso de los Reyes Magos.
Como es igual que el de sus hermanos: Nacho y Mario, tuve que poner la inicial de su nombre para que no se peleen. Digo que no se peleen por identificar el cojín, por lo demás que hagan lo que quieran que están en la edad.
Sé que os debo el tutorial, a ver si febrero le tengo un poco más tranquilo y me pongo con ello, enero ha sido un mes de vértigo, y cuando yo digo de vértigo podéis creerme porque "casi" nunca me quejo.
Me consta que los están usando y que le está gustando, para mi no hay satisfacción mayor.
Y sigo coso que te coso...