La historia del cine está repleta de costosas producciones que significaron enormes pérdidas para el estudio en el momento de su estreno, pero que acaban convertidas en queridos clásicos. El de El mago de Oz (The Wizard of Oz) es un caso paradigmático de obra inmortal que se impone a un fracaso inicial gracias a esa justicia que sólo el tiempo otorga. Décadas después, es uno de los más conocidos y exitosos films de la historia, una de esas creaciones que cimentan el prestigio artístico y la popularidad del cine. En definitiva, es una de las cumbres audiovisuales del siglo XX.
El mago de Oz, adaptación de la novela infantil que L. Frank Baum terminó en 1900, muestra el poderío de esa máquina de producir musicales que fue Metro-Goldwyn-Mayer durante la era dorada de Hollywood. Fue concebida en una época en la que los estudios funcionaban como factorías, como cadenas de montaje cuya materia prima era un guión y el resultado final un largometraje ?más o menos fascinante, más o menos logrado, pero siempre bien realizado?.
El caso de la obra que nos ocupa es especial porque en esa cadena de montaje hubo mucho talento implicado. Una espléndida actriz y cantante, Judy Garland; dos excelentes directores, Victor Fleming y King Vidor ?al menos que se sepa?; la dirección artística de Cedric Gibbons; una fotografía de Hal Rosson que hizo maravillas con el technicolor; inolvidable música y letras; y, cómo no, una canción, Over the raimbow, que uno acaba tarareando tarde o temprano.
Si ocurre que no has visto este hito cinematográfico, regálate el placer de descubrirlo. Si hace tiempo que no lo ves, date el placer de redescubrirlo.
Entre sus muchas y muy evidentes virtudes, El mago de Oz suma otra que a nosotros nos parece muy importante: incluye dos escenas tejeriles. La primera apenas si tiene importancia, pues el personaje que teje ?la tía de Dorothy? sostiene las agujas en la mano pero no llega a ponerse con el proyecto que tiene entre manos. Sin embargo, minutos después, cuando la casa es arrastrada por el huracán, uno de los personajes que vemos desde la ventana es una anciana que hace punto y saluda a la protagonista. Posiblemente sea una de las más originales maneras de colocar a una persona tejiendo en un film.
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Otras películas con escenas tejeriles:
Paranormal activity.
Holiday.
El viaje de Chihiro.
Lars y una chica de verdad.
La gran belleza.