Para su primera incursión cinematográfica fuera de su país, el director iraní Abbas Kiarostami eligió uno de los platós más bellos que existen: Italia. No me refiero a Cinecittà, sino a la Toscana, una de las regiones más hermosas de Europa. En ese artístico paraje sitúa a los dos personajes protagonistas: la propietaria de una galería de arte (interpretada por Juliette Binoche) y un escritor británico (encarnado por William Shimell).
Quizá no sea un largometraje redondo y su final sea un tanto abrupto, pero al verlo tengo la sensación de estar presenciando gran cine. Quiere eso decir que la puesta en escena es una maravilla a pesar de ser aparentemente anodina ?o justamente por lograr dar esa impresión? y que el guión es muy atractivo. Respecto a esto último, es interesante cómo parte de un posible divertimento ?la pareja se hace pasar por un matrimonio? o del flirteo de una cita a tratar con profundidad asuntos como el amor, el arte, las responsabilidades familiares frente al trabajo?
Pero Copia certificada, además, crece gracias a las magníficas interpretaciones de la pareja protagonista. William Shimell realiza un excelente trabajo y presta al personaje su atractivo rostro y seductora actitud. Juliette Binoche, por su parte, además de tremendamente bella, despliega una versatilidad interpretativa admirable. Cómo se puede atrapar la mirada del espectador de tal manera y transmitir tantos sentimientos contrapuestos incluso cuando su personaje no tiene diálogo debería ser estudiado en todas las academias de arte dramático.
Eso sí, este es uno de esos films que, durante su proyección, pero sobre todo una vez concluidos, dejan el grueso de la reflexión al espectador. Propone multitud de preguntas pero son pocas las respuestas que ofrece.
En última instancia, no obstante, uno tiene la sensación de haber asistido a un fragmento de vida o, al menos, a una valiosa copia certificada de la vida misma.
Entre sus muchas virtudes, Copia certificada suma una adicional que a nosotros nos gusta mucho: figura una escena tejeril. En uno de los paseos que dan los protagonistas, pasan frente a dos puertas en la que tres mujeres están tejiendo. Si no lo hemos visto mal ?la cámara no se centra en ellas?, dos hacen punto y la otra ganchillo.
A la venta en:
Otras películas con escenas tejeriles:
El mago de Oz.
Paranormal activity.
Holiday.
El viaje de Chihiro.
Lars y una chica de verdad.