Guillermo y Javier Fesser escribieron el guión de la espléndida e insólita comedia El milagro de P. Tinto, film con el que el segundo debutó como director. Años después repitieron papeles en la exitosa La gran aventura de Mortadelo y Filemón, y en el 2006 cambiaron roles en una tercera comedia, Cándida. Esta vez fue el hermano mayor, Guillermo, el que asumió la dirección.
Guillermo y Javier volvieron a crear uno de sus singulares universos humorísticos, sólo que con sensibles diferencias. El surrealismo -o realismo mágico, como prefiráis- deja paso a un entorno bastante más realista, el de los pobres barrios obreros de la periferia madrileña. Por otra parte, aquí los gags son casi todos verbales y, en general, la película no replica la imaginación visual de las precedentes obras de la factoría Fesser.
Cándida, que toma su nombre de la actriz protagonista que se interpreta a sí misma, Candida Villar, es un excelente retrato de la sociedad española contemporánea en el que funciona muy bien el contraste entre pobres marginales y extravagantes y ricos tacaños y no menos extravagantes. Un mundo en el que sobrevive como puede la honesta, deslenguada y luchadora mujer de la limpieza que encarna Cándida. Durante la media hora inicial, asistimos a uno de los más divertidos y personales arranques de comedia urbana desde el primer Torrente. Idéntico catálogo de frikis e hilarantes situaciones extremas.
Una vez pasada la sorpresa inicial, cuando la trama abandona la verosimilitud para adentrarse en una poco plausible peripecia con presentador de telediarios incluido, el film va perdiendo parte de su encanto. El pasaje estadounidense es paradigmático en ese sentido. Tampoco la voz en off llega a funcionar del todo bien: Cándida no posee una dicción profesional, de modo que muchos de los gags verbales pierden efectividad o, directamente, no se entienden. Ahora bien, ninguno de esos aspectos arruina una película muy recomendable repleta de acertados chistes y situaciones. Eso sí, no todos los golpes de humor son igual de sofisticados: en una de las primeras escenas Cándida le dice a su hijo que ?de tanto comer fibra vas a cagar calcetines?.
El gran atractivo del film es su protagonista, Cándida, una mujer de una naturalidad asombrosa frente a la cámara, que convence incluso en las situaciones más inverosímiles y disparatadas. Como no podía ser de otra forma tratándose de tan decidida y fuerte mujer, una de sus aficiones es tejer. En una de las escenas la vemos con las agujas en la mano tras haberse quedado dormida viendo la tele. Dormida hasta que llega uno de sus hijos a complicarle un poquito la existencia. Pero esa ya es otra historia.
A la venta en:
Otras películas con escenas tejeriles:
Los inútiles.
Persépolis.
Alas de mariposa.
El viaje a ninguna parte.
Sexo por compasión.