Cogí una carcasa por 2 euros en una tienda y decidí personalizarla. Tampoco me rayé mucho; escogí una imagen que me gusta y que anteriormente había usado en otra manualidad.
La imprimí según las medidas de la carcasa, la recorté según su forma y la fui pegando usando pegamento especial. Por los bordes le pasé un permanente negro para que no se notase las imperfecciones y, por último, lo barnicé para que al rozar con las cosas del bolso no se rompa.
El resultado; encantada con él. En cuanto me aburra haré lo mismo pero usando otra imagen u otra técnica que ya anda dando vueltas en mi cabeza. Espero que os guste.