Lo primero que hice fue tratar de "matar" el color blanco inmaculado del liezo y le dí dos capas de pintura acrílica de color crema y luego la craquelé ligeramente para romper su uniformidad (en la foto casi que no se aperecia).
A partir de ahí fue todo elegir las fotos, montarlas sobre varias cartulinas a contraste de buen gramaje para hacerlas más protagnistas e ir buscando adornos y elaborando flores caseras para completar el diseño.
Las letras del nombre de la niña las corté a mano, respetando el tamaño, envejeciendolas y montando sobre una especie de banda que dibujé a mano alzada.
Y aquí os presento el resultado... y os aseguro que a mí me ha encantado como ha quedado...
Detalles del nombre rodeado de flores caseras...
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