Los sacó y me dijo:
- ¿tú crees que los podría poner en la habitación de la niña?..... no sé.....el color rosa????????
y la respuesta:
- pues claro que sí, te los pinto de otro color y los pones
todavía me quedaba un poquito de pintura de la mini-cómoda que le hice hace tiempo para ésa habitación , así que los desmonté los limpié, restauré y les cambié la lanita de las persianitas en el mismo tono de los marcos
y tan contentas con el resultado y lo mejor es que ahora tienen historia generacional
-la abuela se los compró a la hija
-la hija los disfrutó
-y la nieta los heredó
y aprovechando que estaba metida en faena le he pintado la letra inicial de su nombre que compramos en maderita blanca
está adornando la cesta en la que se guardan los productos de higiene de la niña.